Terrorismo silenciado
No deja de llamarme la atención que la Audiencia Nacional Española inicie los trámites para las órdenes de arresto internacional, de cinco exlíderes comunistas chinos por la represión en el Tíbet, alegando un ataque sistemático y generalizado contra esa población hace más de veinte años.
Este hecho como es lógico, ha producido un malestar en el Gobierno de China. No sé qué interés puede tener un juez de la Audiencia Nacional de España en este asunto, pero sorprende tal decisión ya que parece que se trata de un caso de justicia solidaria.
Un caso mucho más reciente y que se ha mantenido en secreto por los medios de comunicación es el del atentado acaecido en Nigeria, donde unas 500 personas fueron masacradas y quemadas vivas en una iglesia cristiana por el terror islámico.
Y tanto en ese país como en otros, sigue la persecución a los cristianos ante la pasividad de los medios de comunicación. Nadie lo reprende ni nadie lo publica y las matanzas continúan.
¿Se imaginan la reacción del terrorismo islámico en el caso de una matanza de musulmanes a manos de cristianos en una mezquita? ¿Cómo —y cuánto— de beligerantes serían las portadas de nuestros medios de comunicación condenando los hechos?
Isabel Costa
¿Estudiantes o activistas políticos?
Cada vez son más los recursos cognitivos y sociales con los que un joven debe contar para poder enfrentar los desafíos que implica hoy la vida en nuestro país.
Ante esta realidad, el paso de las nuevas generaciones por las instituciones educativas adquiere especial relevancia, y por ello el acceso a la escuela, la permanencia a lo largo de toda la trayectoria educativa, la calidad educativa y el egreso del último ciclo de la educación secundaria son metas que se convierten en sueños graduales en el horizonte de las políticas educativas de Nicaragua.
Sin embargo, el panorama actual dista mucho de estar cercano al cumplimiento de estos objetivos. Un gran porcentaje de los jóvenes de 20 años en Nicaragua no llegan a completar el segundo ciclo de la secundaria. Solo el 8 por ciento de los jóvenes de la misma edad asisten con retraso al nivel medio, por lo que aún pudiendo completar el nivel la tasa de graduación no se modificaría significativamente.
¿Cuál es el verdadero problema? Uno de ellos puedo decir que es la situación económica que vive nuestro país, muchos de los jóvenes tienen que dejar de estudiar por falta de recursos económicos y eso los obliga a buscar cualquier tipo de subempleo para poder sobrevivir, otros emigran a otros países en busca de oportunidades que jamás han podido tener en Nicaragua.
En la actualidad los jóvenes son parte de una estrategia política del partido de gobierno donde fomenta el clientelismo político estudiantil, en donde los jóvenes de secundaria son sacados de sus horas educativas para asistir a mítines políticos lo que implica una degradación educativa pues por esta participación el alumno recibe buenos puntos en sus calificaciones al extremo de que la mayoría cursa el grado escolar no por capacidad intelectual sino por activismo político.
¿A quién beneficia que exista en Nicaragua más desempleo y pobreza?
Al Gobierno le conviene tener a la juventud en la miseria para tenerla bajo control, y a los pocos que coronan una carrera profesional pedirle a Dios que encuentren trabajo para ejercer su profesión o terminarán con un subempleo de por vida.
La falta de institucionalidad, los centros de estudios politizados, el desempleo, la pobreza son los pilares que fortalecen su proyecto personal a mediano y largo plazo, que es mantener a la juventud adormecida y celebrando una revolución de unos cuantos pero haciendo creer que es la revolución de todos.
Creo que la solución está en que el Gobierno se preocupe en generar empleos a los padres para que los jóvenes no abandonen las escuelas y cambiar sus estrategias políticas, pues por esta está llevando el futuro de Nicaragua a un subdesarrollo más profundo, pues no basta capacitar a los maestros cuando al final lo que prevalece es la dirección partidaria y no el plan educativo asignado. Es por ello que existiendo una débil institucionalidad, no garantizara nunca una educación de calidad.
Gabriela García
El Gobierno mítico
La mitología esencialmente es un canon que viene a ayudar a las culturas de cada pueblo donde fue inventada dicha mitología. Mucha gente relaciona a la mitología con culturas antiguas o religiones pero no siempre es así. Por ejemplo, series de televisión, libros e historietas, y juegos de rol entre otros, que logran formar un universo ficticio propio; adquieren componentes mitológicos muy importantes que incluso a veces pueden llegar a dar lugar a profundos y complicados sistemas filosóficos.
En fin, existen infinidades de relatos mitológicos mágicos que deleitan al que los ve, los lee, pero nunca es verdad, todo es ficticio disfrutable culturalmente, y por supuesto conlleva asideros de ideológicos políticos adaptados.
Los relatos hechos mitos son basados en la tradición y en la leyenda, creados para explicar el universo, el origen del mundo, los fenómenos naturales y cualquier cosa. Igualmente, la mayoría de los mitos están relacionados con una fuerza natural o deidad, pero muchos son simplemente historias y leyendas que se han ido transmitiendo oralmente de generación en generación y posteriormente se escribieron. Lo mágico de cualquier mitología es que es sofistica, es decir tiene apariencia de verdad aunque sea todo falso, es no más una creación para recrear.
El mito esencialmente cualesquiera que este sea, revela significados en su estructura profunda que se repiten en muchas ocasiones, el reconocimiento de la utilidad de datos históricos específicos, la investigación sistemática de los temas míticos y su lugar en la cultura, el pensamiento, la ideología, y la confrontación entre mito y ritual, discordia por gobernar.
Todo esto es parte sustancialmente de la comparación mitológica de los pueblos, pero no desde el punto de vista de las lenguas, sino de su estructura social y política. Es evidente que se observa que en estos textos pervive una estructura ideológica constante. Hay una concepción general de la sociedad cada uno con una función propia e independiente y que tiene la fuerza física.
Lo característico del mito es su ejemplificación, el pertenecer al mundo de los recuerdos no real, es pura ficción, el ser algo que se cuenta y se acepta colectivamente y está en las tradiciones del pueblo. La distancia frente al logos es la marca de estos relatos. En fin, existen infinidades de criterios más al respecto, pero eso si las mitologías son un gobierno veraz en su mundo, es por eso que tienen ideología, política y lo social por antonomasia.
Bayardo Quinto Núñez
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A
