Sobreviviendo en medio de la informalidad y con recursos que se obtienen por otras vías, incluidas las remesas, se encuentran gran parte de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) debido a la ola de violencia que ha desatado la represión gubernamental contra el estallido social que enfrenta el país desde el pasado 18 de abril.
Mientras el sector turístico es el más afectado, en el textil-vestuario la creatividad e innovación están permitiendo que algunas mipymes sigan operando y sobreviviendo con la venta de camisetas, banderas y otras prendas que se han puesto de moda en las protestas.
Lea también: Crisis política de Nicaragua golpea con fuerza capacidad de resistencia de las mipymes
“El sector textil está fuertemente afectado, la mayoría no está trabajando a su plena capacidad, operan a entre el 30 y el 50 por ciento de capacidad, dependiendo de la creatividad e innovación que estén poniendo en práctica”, dice Claudia Victoria Ordóñez Lazo, presidenta del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme).
Ordóñez, que también es presidenta de Cámara Nicaragüense de Textil (Canicatex), explica que otro problema que enfrenta el sector textil y las mipymes, en general, es el abastecimiento de los insumos, ya que debido a los tranques que se mantienen en diversas vías del país y a la ola de violencia que se vive en las ciudades el comercio está semiparalizado.
Falta de financiamiento también las ahoga
“Otro problema es que las mipymes trabajan con financiamiento y ahorita ni los bancos ni las microfinancieras están autorizando desembolsos”, señala Ordóñez.
En el caso del sector textil-vestuario, aunque registra miles de talles en todo el país, la mayoría se concentra en Masaya, Granada y Carazo, que desafortunadamente son también los departamentos más afectados por la crisis sociopolítica.
También puede leer: Mipymes de Nicaragua al borde del precipicio por crisis sociopolítica
Por su parte, el fiscal de Conimipyme —Zacarías Mondragón, asegura que las mipymes prácticamente se están manejando en una economía de guerra.
“Estamos prácticamente manejándonos dentro del marco de un comercio informal, primero porque no hay seguridad en los negocios, la gente está trabajando con horarios limitados, no se pueden completar las jornadas normales, con eso los más afectados son los negocios turísticos, los restaurantes, los bares, porque obviamente la gente a la 5:00 o 6:00 de la tarde ya está en su casa, nadie sale de noche… pero el resto trabaja a medio gas, tal vez para sacar solo lo de la comida porque estamos viviendo en una economía prácticamente de guerra”, lamenta Mondragón.
Buscan otras fuentes
En las actuales condiciones que vive el país es muy difícil para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) producir y comercializar sus productos, dice Zacarías Mondragón, fiscal del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme).
Puede leer también: Pérdidas económicas provocadas por el paro no importan, lo relevante es el resultado
Dada su vulnerabilidad “muchas ya cerraron y sus dueños están viviendo de otras fuentes de ingreso, incluso de remesas familiares”, dice Mondragón.