El Diriangén cumplirá el trámite de la Liga Concacaf, tras caer goleados en el partido de ida de los octavos de final. Los diriambinos visitan este martes (6:00 p.m.) al CD Universitario de Panamá, que es otra vez favorito para imponerse a pesar de la ventaja de cuatro tantos.
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Los Caciques tienen complicado una remontada porque hace más de 21 años que no anotan cuatro goles en un torneo de clubes de la Concacaf y 12 de no competir en este panorama. Además el contexto no es el adecuado para visualizar que complicarán al club local.
En la desaparecida Copa de Campeones y Subcampeones de la Concacaf, el Diriangén derrotó 4-1 al Euro Kickers de Panamá el 8 de junio de 1997 para avanzar la siguiente etapa. No obstante, en el partido de ida el equipo nicaragüense cayó 4-2, un resultado diferente al actual porque ahora terminó sin goles a favor, su talón de Aquiles para ser optimista en la remontada.
El rival agresivo
Otro punto en contra es que el plantel diriambino no está en su mejor ritmo de juego porque la pretemporada no se dio en las mejores condiciones, la Liga Primera no ha comenzado y se quedó sin jugadores importantes en el esquema como los ticos Josué Meneses, Yeison Esquivel y Andrés Mendoza.
El Universitario jugará sin pensar en el partido de ida porque a nivel local no ha rendido como se espera, tras registrar este domingo su segunda derrota de la temporada en la misma cantidad de encuentros. La presión es grande sobre esta escuadra, que tiene proyectado invertir 20 millones de dólares en los próximos 10 años.
“Esperamos llegar a Panamá y cerrar la serie con todo porque en esto del futbol todo puede pasar”, advirtió tras el duelo de ida Sergio Moreno, autor de dos goles.
Los Caciques viajaron este lunes con el mismo plantel de hace una semana. Se espera que el cuerpo técnico realice algunos cambios en la alineación buscando evitar un resultado abultado como el anterior. Probablemente Víctor Parrales entre en el esquema por el hondureño Erlyn Ruiz, quien no estuvo acertado por la banda izquierda. Parrales es un jugador con más sacrificio defensivo y que se incorpora al ataque con oportunismo.