La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) informó ayer que la representante de esta organización para América Central, Marlene Alejos, viajará hoy a Nicaragua.
Alejos se reunirá en Managua con el canciller de la República, Denis Moncada Colindres, según detalla Oacnudh en su cuenta de Twitter.
Visita después de expulsión
Esta visita se da tres meses después que el dictador Daniel Ortega expulsó de Nicaragua a los representantes de ese organismo de la ONU (30 de agosto) debido al informe “Violaciones de derechos humanos y abusos en el contexto de las protestas en Nicaragua”, presentado un día antes por la misión de la Oacnudh, encabezada por Guillermo Fernández Maldonado.
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Representante @OACNUDH para América Central, Marlene Alejos, viaja a #Managua para sostener mañana una reunión con Canciller del Estado de #Nicaragua, Denis Moncada Colindres. pic.twitter.com/A4BF4erNdD
— OACNUDH (@OACNUDH) December 13, 2018
El informe botó el discurso oficialista de “golpe de Estado” y confirmó la masacre y otros delitos de lesa humanidad de la dictadura.
Policía al desnudo
El informe denuncia las violaciones a los derechos humanos que han ocurrido desde que comenzaron las protestas, el pasado 18 de abril, y evidencia la actuación policial.
La misión de la Oacnudh también denunció en el documento el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía Orteguista, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas, abusos sexuales y despidos arbitrarios. Además aseguró que los grupos armados progubernamentales han actuado con el beneplácito de las autoridades.
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Ortega, a través de la Cancillería de República, ordenó la salida de la misión bajo el argumento de que “han cesado las razones, causas y condiciones” por las que la misión permanecía en el país.
Condena represión a ONG
La última manifestación de la Oacnudh sobre Nicaragua fue la condena a la cancelación de la personería jurídica del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Hagamos Democracia y el Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas).
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“Estas decisiones, sumadas a los ataques, amenazas, asedio y detenciones arbitrarias de las que viven, reiteradamente, siendo víctimas las defensoras y defensoras de derechos humanos, periodistas y medios de comunicación no alineados con el gobierno, y en general, las voces disidentes que se han manifestado durante los últimos ocho meses, confirman la progresiva reducción y restricción de los espacios de participación democrática y de los derechos políticos y libertades fundamentales de expresión, asociación y de reunión pacífica en Nicaragua”, manifestó en un anuncio la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DD. HH.
El país vive en crisis desde el 18 de abril, cuando comenzó la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles que demandan la salida de Daniel Ortega del poder. Entre 325 y 535 personas han muerto por la represión y 74 están presas, según organismos de derechos humanos.
Discurso de Ortega contra la ONU
Un día antes de expulsar del país a los representantes de las Naciones Unidas (ONU), el dictador Daniel Ortega dio un discurso en el que llamó “infame” a ese organismo, por el informe que desnudó las violaciones derechos humanos en Nicaragua, en el contexto de las protestas desde el 18 de abril.
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El régimen de Ortega además formalizó su protesta en un documento ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), acusándole de “parcializado y sesgado”, ante la denuncia sobre los graves señalamientos de que fuerzas paramilitares y grupos de choque en coordinación con la Policía han matado, torturado, violado y cometido desapariciones forzadas de manifestantes.
También descalificó a los organismos defensores de derechos humanos internacionales y nacionales diciendo que “no actúan con justicia”, y les acusó falsamente de obviar en sus reportes a los policías y simpatizantes sandinistas muertos durante los meses más fuertes de represión armada a las protestas que estallaron en abril.