Milton Antonio Moraga Campos, de 51 años, tras haber sido víctima de la represión del régimen Ortega-Murillo, se arrepiente de haber pertenecido en los años ochenta a las tropas especiales de la Marina de Guerra Sandinista (MGS), del extinto Ejército Popular Sandinista.
Él es lisiado de guerra, una bomba le destruyó parte de sus órganos internos y perdió la audición en el oído derecho.
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En febrero de este año, mientras se encontraba en su casa de habitación, fue secuestrado junto a su hermano menor Oscar Danilo, por policías y paramilitares al servicio de la dictadura brutal de Daniel Ortega y su pareja, Rosario Murillo.
“Fui detectado por la Contra y me levantaron con una granada RPG7, le doy gracias a Dios porque estaba a orilla de la costa del río San Juan. Las tropas famosas del comandante Edén Pastora (hoy aliado y defensor acérrimo de la dictadura) fueron quienes me hicieron eso”, recordó.
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Los hermanos Moraga habitan entre la carretera de San Marcos y Masatepe, pasaron 36 días encarcelados injustamente en las celdas del nuevo Chipote.
Se les investigaba de haber participado el año pasado en los tranques de Carazo, pero no se les comprobó nada y fueron dados en libertad la noche del sábado.
Milton, quien se dedica a la mecánica de vehículos, aborrece el actuar policial.
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“Estoy en contra directamente del actuar de la Policía en el sentido que siendo un lisiado de guerra, me hayan tomado como un reaccionario, sin tener causa alguna. En la forma en como trataron a mi familia, pero todo eso se lo dejo a Dios… me siento bastante mal al darme cuenta que a mi hija el comisionado (Ramón) Avellán le puso una pistola en la cabeza”, denunció.
Contó que tenía ahorrado en su vivienda alrededor de siete mil córdobas, pero que sus secuestradores que estaban a cargo del comisionado general Avellán se los robaron vulgarmente.
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Los teléfonos celulares que fueron ocupados a miembros de su familia tampoco se los entregaron.
Explicó que los reos son sometidos a una guerra psicológica para que brinden información de lo que se les está imputando.
“Un muchacho de León todos los días que lo sacaban de las celdas, llegaba llorando, ¿qué le hacían?, no sé. El trato tal vez conmigo fue especial, porque fui militar, pero a los pobres chavalos que están ahí, eso ya es otra cosa”.
Vigilados por los “sapos”
El exmilitar refirió que en cada celda hay cámaras de seguridad y micrófonos ocultos para mantener siempre vigilados a los reos.
Antes de ser liberado, policías le recomendaron que hablara con la verdad ante los medios de comunicación y que cuando haya un cambio de gobierno en Nicaragua, se acuerde de ellos. Otros lo amenazaron con que su vivienda permanecerá vigilada por paramilitares, a quienes ya identificó.
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Milton y su hermano Oscar, de 49 años, aseguraron a LA PRENSA que no fueron víctimas de tortura, pero que sí fueron sometidos a continuos interrogatorios.
El primer día que fueron encarcelados, desnudos los pusieron a hacer sentadillas. Oscar es trabajador de la empresa privada.
Pesadilla diaria de Nicaragua
Desde abril de 2018, Nicaragua sufre una pesadilla diaria a manos de los policías y paramilitares bajo servidumbre de la dictadura Ortega-Murillo.
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Se reporta más de setecientos presos políticos, y capturas y desapariciones forzadas de personas todos los días.