Todo era color rosa, la ejecución de las pases, la estructuración de las jugadas, el control de todas las áreas del campo y sobre todo la eficacia frente al marco. El Real Madrid visto este miércoles contra el Leganés (5-0) era todo lo que siempre han pretendido ser y nunca habían podido. En las dos primeras jugadas del encuentro la tropa de Zidane ya tenía dos goles anotados: Benzema agitó la lámpara y primero apareció Rodrygo y luego Kroos, ni siquiera habían pasado 10 minutos y los Merengues respiraban tranquilo en medio del caos que estaban siendo todas las competiciones.
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Hay que hacer una pausa y hablar de Rodrygo. El muchacho de 18 años muestra un temple frío, mucha seguridad en los despliegues, gran capacidad de retorno a la defensiva y no parece el típico brasileño alocado. Durante el desafío tuvo vía libre junto a Hazard, quienes estuvieron cambiando constantemente de lugar. Si bien es cierto que todavía no es más que Vinicius Jr., tendrá que saltar esa barrera de la falta de gol para encarrilarse a lo que las expectativas tienen sobre él.
Fue el Real Madrid de la activación. De repente, Hazard volvió a jugar como lo hacía en el Chelsea, Kroos se encargó de guiar en el mediocampo, la defensa de Ramos y Varane no permitieron ni suspiros, solamente el disparo de larga distancia de Oscar, que Courtois rechazó. Y todavía hubo tiempo en la segunda parte de regresarle la moral del gol a Jovic, la joya serbia de 21 años contratada como una estrella ofensiva, pero que no había marcado un solo gol en lo que va de la campaña.
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Este Madrid enamora, aunque solo hay un asterisco: fue ante un deprimente Leganés condenado al sótano, con solo cinco puntos en la tabla, tocando el infierno y apunto de quemarse, además que jugó con un equipo alternativo porque sabían que no podían competir con el Real Madrid y decidieron darle descansos a sus jugadores importantes para la cita de este domingo contra el Éibar, rival directo para su sostenimiento en Primera División.
El tercer y cuarto gol del Real Madrid sucedieron por la vía de la pena máxima. Ramos falló y el VAR le dio otra oportunidad (24′) y marcó, luego Benzema (69′) relajado y calculador aumentó la goleada y, finalmente, Jovic soltó su desahogo al 91′. Hasta el momento el Madrid se sostiene en la segunda plaza (21), un punto atrás del Barcelona (22).