En un documento que hizo circular en redes sociales, el médico infectólogo nicaragüense, Carlos Quant, hace un llamado al Gobierno a que “intensifique y reoriente la tímida campaña de educación que ha iniciado y que brinde a la población nicaragüense información adecuada sobre las conductas de protección que reduzcan la posibilidad de transmisión del SARS-CoV-2”.
Según el médico, Nicaragua está aún a tiempo de dar un giro a la política que ha mantenido en relación con el coronavirus para evitar “un escenario grave” con resultados catastróficos, que es el que prevé si no se concientiza a la población sobre la importancia de las medidas de protección, así como las políticas de mitigación y contención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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El doctor Quant hace su advertencia basándose en los datos oficiales que ha dado el Minsa en relación con que hay dos casos confirmados de personas que resultaron contagiadas en viajes al exterior; aunque el lunes el Minsa aumentó a seis el número de casos llamados “sospechosos”.
“Como varios expertos ya lo han enfatizado, será cuestión de tiempo registrar los primeros casos autóctonos o comunitarios de Covid-19 en el país, y aunque no podamos impedir el desarrollo de la epidemia, sí podemos ralentizar la curva epidémica para evitar un impacto brutal en el sistema de salud, el cual, dicho sea de paso, ya está saturado con la atención rutinaria de la población”, escribió Quant.
Si el gobierno no actúa ya, los resultados serán “catastróficos”
Quant hace el llamado a que el Minsa tome las medidas necesarias basándose en el impacto del virus en países con sistemas de salud más robustos que el nicaragüense.
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“Tomemos en consideración las proyecciones realizadas por algunos expertos que establecen una tasa de infección del 60 por ciento al 70 por ciento de la población, tal y como lo declaró recientemente la canciller alemana Ángela Merkel en un escenario hipotético para Alemania. Sin las medidas de contención y mitigación adecuadas que
“aplanen” la curva de contagios, ya sea por indolencia, desconocimiento o incapacidad técnica, la cantidad de personas que podrían verse afectadas en nuestro país es de unos 3.3 millones”, calcula Quant.
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El objetivo de “aplanar” la curva de contagios es para evitar que una cantidad inmanejable de personas requieran de atención hospitalaria o incluso de cuidados intensivos. Quant explica lo que eso significaría para Nicaragua.
“Si aplicamos la fórmula del Gobierno y estimamos una tasa de mortalidad del 2.5 por ciento la cantidad de fallecimientos se aproximaría a unos 82 mil en el período de la epidemia y no a los 800 como tienen previsto”, agrega.
Para el especialista, el Gobierno está subestimando los datos y no se está tomando en cuenta el impacto que un aumento acelerado de contagios tendría en el frágil sistema de salud del país. Nicaragua tiene, por ejemplo, una capacidad de camas muy por debajo de los estándares internacionales.
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“Estamos entre los cinco países de Latinoamérica con menos recursos de camas hospitalarias disponibles, según los datos del Banco Mundial; solo 0.9 camas por mil habitantes y con serias limitaciones en la disponibilidad de estas en las Unidades de Cuidados Intensivos”, explica Quant en su artículo.
La situación es mala aún con estimaciones conservadoras
Quant insiste en que las medidas de prevención, mitigación y contención se deben implementar ya porque, aun en el mejor de los casos, la situación será crítica.
“Tomemos una tasa más conservadora de casos —tasa de ataque de un 30 por ciento—, entonces el número de afectados se aproximaría a 1.9 millones de personas, de los cuales un 80 por ciento cursaría con una infección leve, eso significa 1.5 millones de personas que tendrán un cuadro ‘catarral’ que no requerirá ingreso hospitalario y que podrían recuperarse sin mayores intervenciones en sus domicilios. Sin embargo, si nos basamos en los datos arrojados por la experiencia en China, un 15 por ciento cursará con una infección grave que requerirá ingreso hospitalario y un 5 por ciento manejo en una Unidad de Cuidados Intensivos. En números absolutos significan 225 mil personas que requerirán hospitalización y 75 mil requerirán cuidados intensivos”, detalla el médico.
Ningún sistema de salud está preparado para esa situación
“Aunque esta aproximación es muy general, algunos modelos matemáticos diseñados para Nicaragua —que han tomado en cuenta variables como la pirámide poblacional, la distribución de la población en urbana o rural, la transmisibilidad del virus y las posibles medidas de contención—, han proyectado resultados similares”, escribe Quant.
“Ahora, imaginemos este escenario en cuestión de semanas o meses. Sería verdaderamente catastrófico, ningún sistema de salud en el mundo está preparado para una situación así”.
Es con base en estos datos que el doctor Carlos Quant urge al Gobierno a que tome todas las medidas necesarias para que el impacto de la epidemia del Covid-19 sea el menor posible en la población nicaragüense.