Juan Carlos Ortega Murillo, uno de los hijos del dictador Daniel Ortega, publicó un comunicado en el que llama carroñeros a los europeos, precisamente cuando esta semana la Unión Europea sancionó a seis funcionarios orteguistas. Esta sanciones fueron seguidas con una medida similar por parte del Reino Unido.
“En estos tiempos tenemos que saber identificar y desnudar la mentira, que se ha propagado como peste en el mundo. Identificar y desnudar los intereses mezquinos que ocultan grupúsculos politiqueros, que quieren regresar al poder para gobernar sin pensar en el pueblo. Identificar y desnudar el entreguismo del vendepatria, que aplaude los dictados de Washington y la carroña europea, sobre todo cuando estos dictados afectan a todo el pueblo nicaragüense. Identificar y desnudar a los sembradores de cizaña, agoreros del desastre, profetas del odio, que disfrazados de mansas ovejas declaran y desatan la guerra en contra de su propio pueblo”, manifiesta el escrito publicado en su cuenta de Twitter.
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— Juan Carlos Ortega M (@JC_OrtMu) May 5, 2020
El mensaje de Juan Carlos Ortega es muy similar al de su mamá, la vicepresidente Rosario Murillo, quien un día después de las sanciones de la Unión Europea (UE) también pronunció un discurso de odio, llamando “miserables” a quienes tejen “infamia, calumnia y mentiras”. Ese día, además, el Reino Unido adoptó las sanciones de la UE.
Ni Murillo ni su hijo se refirieron directamente a las sanciones de la Unión Europea y del Reino Unido, pero su esposo, el dictador Daniel Ortega, ha dejado en evidencia que están desesperados porque se retiren las sanciones.
El año pasado Juan Carlos Ortega comenzó a promover un grupo denominado “Movimiento 4 de mayo”, integrado por al menos ocho personas, dedicado a leer comunicados contra los opositores, sosteniendo una manta con mensajes “contra el golpismo somocista”. Los mensajes y las amenazas del hijo del dictador coinciden con el discurso que ha usado el régimen orteguista para reprimir, asediar, perseguir y matar a quienes protestan y se le oponen. Sus ataques y amenazas han estado dirigidos a la empresa privada y a organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).