14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Cultura en la Calle. Singular grupo que toca en los buses, formado por estudiantes universitarios (excepto Ulises Estrada), e intérpretes apasionados del son nica, latino y del medio ambiente.  LA PRENSA/Cortesía/ Kathy Molina Narváez

Cultura en la calle, la agrupación que canta en los buses en medio de la pandemia del coronavirus

Las paradas y rutas de los buses urbanos se han convertido en sus escenarios alternativos logrando llegar a unas 1,500 personas al día con canciones como "La Tula Cuecho", "Nicaragua, Nicaragüita", "Los Hijos del maíz" o "El cóndor pasa"

El grupo Cultura en la calle, integrado por jóvenes universitarios se han venido perfilando como una inusual revelación de intérpretes del canto popular nicaragüense y latinoamericano en medio de la crisis sanitaria del coronavirus; las paradas y rutas de los buses urbanos se han convertido en sus escenarios alternativos, logrando llegar a unas 1,500 personas al día, y más 20,000 al mes.

Jeffrey Mendoza, uno de sus fundadores, dice que al inicio de la pandemia se mantuvieron en cuarentena por varios meses, la pasaron muy mal, pero empujados por la necesidad de ingresos volvieron hace un mes a las calles. Ahora están cantando de nuevo en los buses (más de 30 rutas al día), entre las 10:00 a.m. y 2:00 p.m., hora en que las unidades van más vacías, siempre tomando todas las medidas de seguridad necesarias.

Lea también: Esta es la razón por la que María Celeste lloró, por primera vez, desde que la sacaron de Al Rojo Vivo

Esta agrupación también ocupa su página de Facebook (Cultura en la calle) para darse a conocer, ahí han subido videos como “El hijo del maíz” de Luis Enrique Mejía Godoy, visto por más de 117 mil personas; así otros ritmos como “La Tula Cuecho” , “La danza negra”  y “La moralimpia”, con miles de visualizaciones. Satisfecho Mendoza agradece la aceptación del público que día a día viaja en las rutas de Managua.

¿Pero cómo surge el grupo?

Surgió en noviembre del año pasado, recuerda Mendoza. Él se subió con guitarra en mano en una ruta de la 114 por el Centro Cultural de Batahola, iba acompañado de su amigo Sergio, quien tocaba el cajón peruano.  Meses después se sumaron Ulises Estrada, en la quena y zampoña (hechas con tubo de PVC); Arlly Guadamuz en el requinto; Brandon López y Roberto Morales, en el bongoe y la caja peruana, y fundaron lo que es hoy el grupo Cultura en la calle.

Desafiando los peligros de la pandemia y con sus mascarillas y alcohol gel en mano, han salido ocasionalmente en grupo, la mayoría de veces en dúo. A pesar de sus medidas preventivas, a algunos “les dio leve” el coronavirus, revela el músico.

Lea además: «Ay, Dios mío», la nueva «Tusa» de Karol G que revoluciona TikTok y las radios nicaragüenses

Mendoza también confiesa que el Covid-19 le dio a unos familiares que tenían que salir a trabajar, pero que “gracias a Dios, el virus les dio leve (incluyéndole), solo perdieron el olfato y el gusto”.  Su madre fue la que estuvo más delicada, pero lo superó  siguiendo las recomendaciones médicas.

Lo que le sigue preocupando es que el virus continúe propagándose en el transporte de uso colectivo, más o menos “un 80 por ciento de personas no portan sus mascarillas”, observa.

Este joven aprovechó pata hacer un llamado a no bajar la guardia, seguir las medidas sanitarias al momento de salir a trabajar a las calles, con el fin de preservar la vida y la de la familia. A causa del coronavirus y por recomendaciones de su madre decidió este año no ir a la universidad.

Cultura en la calle, gustan vestir de camisetas negras y llevan mascarillas. Jeffrey Mendoza, Ulises Estrada, Arlly Guadamuz, Brandon López y Roberto Morales. LA PRENSA/Cortesía/ Kathy Molina Narváez

Ser universitario y cantar en las calles mal visto por la policía

El joven músico emergente recordó que en noviembre del año pasado la primera canción que interpretó fue “Un gigante que despierta”, de Luis Enrique Mejía Godoy, estaba un manojo de nervios.  Otro día más entusiasmado cantó “La Tula Cuecho”, “Clodomiro el Ñajo” y “Nicaragua, Nicaragüita”, de Carlos Mejía Godoy, esta última canción la canta pocas veces dado que siente que corre riesgos.

Recordó que una vez andaba cantando solo en los buses y un policía se subió a una de estas unidades, se le acercó y con bastón en mano le dañó la guitarra y cuerdas, luego le advirtió, que si andaba en “protestas”  le iba a pasar lo mismo.  Para esos días el régimen dio a conocer su propaganda que “con la paz no se juega”.

Cultura en la calle, son nica y latino

Una de las particularidades de este singular grupo es que todos son estudiantes universitarios (excepto el quenista Ulises Estrada) e interpretes apasionados del son de Camilo Zapata, los hermanos Mejía Godoy, y latinoamericanos como “El cóndor pasa” o “El Pájaro chogüi”, entre otros.

Atrapados por esa magia que es la música del son nica y latino, trabajan en su primer arreglo musical, han comprado algunos equipos y la grabaran en casa.

Su pasión y entrega, ha comenzado a ser reconocida por algunas instituciones que los han invitado a cantar como la Biblioteca Alemana, el Centro Cultural Nicaragüense Norteamericano y últimamente en la bahía de San Juan del Sur.

 

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí