Roberto Bermúdez Acosta, egresado de la carrera de arquitectura, al no encontrar trabajo en Nicaragua emigró a Costa Rica, país que le abrazó hace 15 años.
Hoy siente orgullo por su triunfo alcanzado como consultor de diseño y trámites de proyectos de construcción, de trabajar en una prestigiosa empresa de arquitectos en Costa Rica, ser parte en más de 120 proyectos y consultarías independientes.
Esta es su historia de superación que inspira a otros nicaragüenses a luchar por sus sueños:
Corría en año de 2004 cuando el joven estudiante presentó su tesis de grado para egresar de la carrera de Arquitectura en la Universidad de Ingeniería de Managua. Su diseño fue un ambicioso anteproyecto “Mercado de Artesanías La Paz Centro”.
Lamentablemente esta novedosa propuesta no encontró eco en la alcaldía del municipio. Desanimado pero armado de valor optó por seguir adelante. Buscó incansablemente trabajo en varias empresas e instituciones sin encontrar. “Veníte para acá, aquí algo hacemos”, le dijo una tía Concepción Bermúdez que vive en Costa Rica.
Su invitación oportuna era como ver una lucecita al final de un largo túnel, una aventura incierta en un país extraño al que desconocía. Preparó su pequeña maleta y sus pocas pertenencias y emprendió su viaje, no sin antes sentir “dolor porque abandonaba la familia con la que había convivido hasta entonces”, recuerda ahora Bermúdez Acosta.
Desde entonces han pasado 15 años que el país hermano del sur le tendió los brazos y ofreció oportunidades que no encontró en su país. Hoy muestra su orgullo al presentarse como consultor en diseño, revisión, trámites y aprobación de proyectos de construcción con énfasis en Condominios Verticales, Horizontales y Urbanizaciones.
Nicas han emigrado a Costa Rica desde los años de la colonia
Desde la época de la colonia los nicas han emigrado a Costa Rica en busca de estabilidad económica o política. Durante la Insurrección y posterior guerra civil en los años ochenta, miles salieron con dirección al país del sur. Tras la derrota del FSLN en los noventa se registraron cerca de 100 mil migrantes.
Un año después del estallido social del 2018, la Dirección General de Migración y Extranjería, reportó mas de medio millón de extranjeros, el 67 por ciento de Nicaragua (349.827). Estas son cifras conservadoras, otras organizaciones hablan de más.
Cuando Bermúdez Acosta se marchó a Costa Rica la migración iba en aumento, entre 2005 y 2018, las cifras ascendieron a 287.766 mil nicas, según del sitio web Datos Macro.
¿Pero cómo lo logró?
Bermúdez Acosta, es uno de esos miles de migrantes desempleados que se marchó del país en 2005, que se abrió camino contra toda desesperanza, que si bien se llenó de angustias se armó de fe y recibió la solidaridad de la mano amiga.
Cuenta que después de un tiempo buscando trabajo y no encontrar quiso regresarse a Nicaragua. En su lucha interior y deseo de encontrar trabajo le pidió a Dios una oportunidad. Esta llegó al poco tiempo:
Su primo Daniel Lakwood Bermúdez lo puso en contacto con el arquitecto Pedro Abdalla, quien dirige una empresa de prestigio en Costa Rica. Le entregó su monografía en espera de ser aceptado. No era seguro, solo era una pequeña luz de esperanza batiéndose contra su desesperación de desempleado.
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En esos días Abdalla tenía varios proyectos inmobiliarios rechazados por asuntos de reglamentaciones, recuerda. “Necesito que se haga cargo de corregir y aprobar estos proyectos. Aprenda lo que deba aprender, investigue, lea, vaya, pregunte donde sea, pero necesitamos aprobarlos”, le dijo.
No sabía nada de trámites y leyes. ¿Qué hacer ante este gran reto?. Se llenó de valor y comenzó a estudiar todo lo que pudo sobre las leyes costarricenses, sus reglamentos y decretos, esto al poco tiempo le dio la oportunidad de revisar que los proyectos donde tiene parte hasta 10 instituciones, no tuvieran errores para su aprobación.
“Me fui dando a conocer con muchos profesionales y empresas como alguien experto en permisos y normativas”, dice orgulloso de sus logros profesionales, complementados con estudios en Administración y Gerencia de Proyectos.
A la fecha ha tomado parte en la aprobación de más de 120 proyectos de condominios y urbanizaciones por todo el país, y otros proyectos. Dos de ellos destaca el arquitecto, fue la revisión e informe final de la construcción del Estadio Nacional de Costa Rica y la inspección con el arquitecto Abdalla de la construcción del nuevo edificio de la Universidad Fidelitas en Heredia.
Además de brindar servicios de consultoría, continúa colaborando con el arquitecto Abdalla, a quien guarda un gran aprecio por invitarlo a ser parte de su equipo. Actualmente colabora en la normativa y diseño de Marinas y Atracaderos Turísticos, de gran importancia para Costa Rica por su cercanía con el canal de Panamá.
Asimismo reveló uno de sus deseos: compartir sus experiencias a nuevas generaciones en alguna universidad de Costa Rica.
¿Usted es mexicano? — No, soy nicaragüense
Roberto Bermúdez Acosta también habla de su origen, su nacionalidad y anécdotas que le pasaron cuando llegó a Costa Rica, hace 15 años atrás.
Háblame de tus orígenes
Nací y me crié en Managua, vivimos un tiempo en el barrio Costa Rica y después en el sector del 7 Sur. Me crié con mi madre. Mi papá quería que fuera abogado, pero me decidí por la Arquitectura. Igual siempre recibí su apoyo.
¿Te han confundido como mexicano, a qué crees que se debe?
Me pasó en una reunión de coordinación del Estadio Nacional, uno de los ingenieros me preguntó: — ¿Usted es mexicano? — No, soy nicaragüense, le digo y se quedó extrañado como preguntándose “qué hacía yo ahí”.
¿Te has sentido rechazado por ser nica?
Vieras que no, para nadie es un secreto que aquí al nica le dicen “paisa”, no me afecta en lo más mínimo. Tenés que ganarte el respeto de los demás con tu conocimiento y destreza, por supuesto esto va acompañado de respetar siempre a los demás.
¿Qué anécdotas curiosas recuerdas cuando llegaste a suelo tico?
Una vez fui a la pulpería a comprar crema y me van sacando una crema Nivea, le dije, no es para echarle al “gallo pinto” y me dice la señora: — “Ah… usted dice “natilla”. Otra vez fue a una carnicería. Me da una libra de titiles. — Qué es eso?, me pregunta el vendedor. Resulta que aquí se llaman “piedras de pollo”.
A la chiltoma le dicen chile dulce; al coco, pipa; al gallo pinto, solo pinto; al almuerzo, casados; a la toalla de baño, paño; a los calcetines, medias; a la sombrilla, paraguas. Y cuando pasan vendiendo algo por tu casa en lugar de decir “buenas”, dicen “upe”.
¿Has vuelto a Nicaragua?
Siempre viajo con la familia para diciembre y regresarnos en Enero. A mi esposa la conocí en Costa Rica, pero es del lado fronterizo con honduras. Tenemos tres hermosos hijos buenos a la fritanga, el nacatamal y la carnita asada, sopa y enchilada de las que hacen los compatriotas aquí.