La restricción a la libre expresión, libertad de prensa, libertad de reunión, al derecho al trabajo, la manifestación pacífica, los ataques a periodista, tortura a presos políticos, entre otros, serán parte de las violaciones a los derechos humanos que intentará negar este miércoles el régimen de Daniel Ortega ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este martes, durante la primera sesión del quincuagésimo periodo de sesiones de la OEA, se aceptó incluir en la agenda el debate sobre la aprobación de un proyecto de resolución bajo el nombre “El restablecimiento de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos de Nicaragua, mediante elecciones libres y justas”. Esa propuesta, realizada por Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Canadá y Paraguay, fue rechazada de inmediato por el régimen.
“Esta Asamblea General de la OEA no ha sido convocada para que países miembros de esta organización comiencen a dictar que es lo que tienen que hacer lo gobiernos, los estados y los países en sus políticas internas y en su política internacional”, dijo el canciller Denis Moncada, representante del régimen.
Mientras tanto, opositores, como el reportero gráfico Frank Cortés y doña Flor Ramírez, denunciaron este martes que agentes de la Policía Orteguista (PO) se apostaron frente a sus viviendas, para no dejarlo salir. “Aquí estoy, presa en mi casa. Tengo 15 meses de estar siendo asediada por la Policía. Perseguida, golpeada, si yo intento abrir ese portón (señaló la entrada principal de su casa) ellos me caen encima, me detienen, así que libertad para los presos políticos, soy una presa política más. Toda Nicaragua está presa”, manifestó Ramírez.
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Tras el rechazo contundente por haber incluido la situación de Nicaragua en la agenda de la reunión de la OEA, organismos defensores de derechos humanos consideran que la dictadura Ortega-Murillo seguirá negando la violación a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo, ya que incluso en su intervención, Moncada dijo que el gobierno es respetuoso y amante a los derechos humanos.
“La dictadura continua cometiendo graves violaciones a los derechos humanos, continua cometiendo crímenes de lesa humanidad contra la población nicaragüense… El canciller pretende ocultar información a la comunidad internacional que ya los estados y países de la región conocen”, dijo Braulio Abarca, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.
Leyes para tener más control
Sin duda, el régimen en cada sesión continuará negando su culpa ante violaciones a los derechos humanos de los y las nicaragüenses, pero de igual manera continuará con acciones represivas mientras aseguran que el país vive en democracia.
De acuerdo con Abarca, en el país continúan las ejecuciones extrajudiciales en el campo, los ataques a los pueblos indígenas, en lugares donde hay bases militares que deberían proteger y dar mayor seguridad a estos grupos vulnerables.
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Además, aseveró que “el hecho de aprobar una Ley de Regulación de Agentes Extranjeros y el hecho de tener una política de ciberseguridad, se traduce en espionaje absoluto a las funciones de las organizaciones”, agregó Abarca.
Eso se suma a que, desde 2018, el régimen ha quitado la personería jurídica a al menos 10 organizaciones defensoras de derechos humanos reconocidas a nivel nacional e internacional.
“Ahí observamos el comportamiento arbitrario e inhumano que tiene el Estado nicaragüense, el hecho de que aún, a la fecha, sigan estando bajo ataque periodistas. Observamos los ataques a José Garay y Verónica Chávez, periodistas que estaban ejerciendo su derecho no solamente de informar a la población y de ser informados, sino también su derecho a la manifestación pacífica, a la reunión pacífica y el derecho al trabajo. Esto obviamente quiere ser tapado por la dictadura y tachar de injerencismo”, agregó el defensor de derechos humanos.
De acuerdo con los opositores, en las últimas semanas se ha incrementado el asedio por parte de la Policía Orteguista, la que los detiene y requisa en las carreteras, pero también entra a las reuniones a tomar fotografías.
Además, el régimen intentará ocultar las graves violaciones a los derechos humanos y las torturas, como los tratos crueles y degradantes. Es el caso “de los más de 104 presos y presas políticos que exigen libertad, el tema también de la falta de protección ante el Covid-19, el tema de la falta de institucionalidad, la independencia de los poderes del Estado, la falta de democracia y la falta de respeto de los derechos humanos”, agrega Abarca.
“Nicaragua ha venido resistiendo durante más de 24 meses y vamos a continuar resistiendo ya sea en el exilio o dentro de Nicaragua, y es importante que las organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil continúen denunciando a nivel nacional e internacional las violaciones a los derechos humanos”, finalizó el defensor de derechos humanos.