El discurso en el campamento en el Real Estelí es unánime: el Herediano de Costa Rica no es tan grande como se mira en el papel. El Tren del Norte tiene pocas opciones de superar al campeón de la Liga Concacaf 2018, a quien por primera vez enfrentará en torneos internacionales, sin embargo el mensaje difundido en el camerino se ha maximizado esa mínima oportunidad para intentar que los jugadores no se intimiden.
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Pensar en un histórico triunfo (3-2 en Diriamba) como el logrado por el Diriangén ante Alajuelense en 1997 es más complicado este martes (7:15 p.m.). El Herediano estará completo tras recuperar a Esteban Alvarado, Jonathan McDonald, Ariel Soto y Mauricio Montero, piezas titulares que habían sido bajas las últimas semanas y se esperan con su regreso aumente el dominio (25 victorias, dos empates y una derrota) de los equipos ticos sobre los nicas.
La base del Herediano son jugadores nacionales de jerarquía como el portero Alvarado, el contención Yeltsin Tejeda, el histórico goleador McDonald, el contención Randall Azofeifa, Oscar Granados y Keysher Fuller, todos miembros de la Selección costarricense. Su único extranjero es el brasileño Leandrinho, quien regresa al club después de seis años repartidos en el futbol mexicano (2014-15) y turco (2015 al 2019).
Las esperanzas de los norteños descansan en Juan Barrera, Carlos Chavarría, Henry García y Brandon Ayerdis, los jugadores más desequilibrantes del plantel, no obstante los atacantes estelianos quedan cortos ante la defensiva de los conjuntos costarricenses porque solo marcan siete tantos y el único logrado de visitante fue hace 29 años contra el Saprissa.
El Estelí llega con aura de positivismo necesaria para el encuentro ante uno de los cuatro grandes del futbol tico, que ya se coronó en Liga Concacaf donde el Tren del Norte no ha pasado de los octavos de final, una historia que parece se volverá repetir esta noche.