Violeta Granera, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y delegada por esa organización en el Comité de la Coalición Nacional (CN), manifestó que la separación del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) de la CN, también implicó el retiro de toda su estructura, incluyendo a la Juventud del PLC, que estaba integrada de forma independiente en el sector juvenil.
“Hemos sido claros en que la CN ha estado y seguirá estando abierta a la participación de liberales, (porque) no todos los liberales están en el PLC. En la misma UNAB hay muchos liberales desde hace tiempo. Y los liderazgos locales del PLC que quieran continuar, podrán hacerlo pero renunciando a ese partido”, explicó Granera.
Esto significa que la solicitud de los jóvenes liberales a la CN, que pidieron expulsar al Movimiento Renovador Sandinista (MRS) como los expulsaron a ellos, no tiene asidero en ese espacio al que ya no pertenecen.
Tras la expulsión del PLC de la CN, los jóvenes de ese partido solicitaron la expulsión del MRS, con el argumento de que es una organización “que guarda entre sus cuadros históricos a dirigentes acusados de crímenes de lesa humanidad y que colaboraron con Ortega en varios de los espacios de su gobierno y años posteriores en acciones que desmantelaron el estado de Nicaragua”, según el comunicado emitido el lunes pasado, al menos dos horas después de la expulsión del partido rojo.
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Granera explicó que “al PLC no se le ha expulsado por pactos y acciones del pasado, sino porque ha demostrado que decidieron mantener y revitalizar ese pacto con Ortega”, violando el código de ética de la CN, que orden no tener ninguna relación ni conexiones con la dictadura de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
“No quisiera que ese conflicto interno del PLC siga distrayendo a la CN de lo verdaderamente importante, que es seguir organizándonos para exigir el respeto a nuestros derechos humanos y las reformas que nos permitan tener elecciones libres para salir de esta dramática situación en que el régimen tiene a los/as nicaragüense. Tampoco vamos a permitir intentos de caballos de Troya ni tácticas externas para debilitar estos propósitos. Eso ya es un asunto zanjado”, expresó Granera.
Tamara Dávila, miembro del MRS, y también miembro del Consejo Político de la UNAB, dijo que esa solicitud del PLC y su posición sobre el MRS, coincide con el discurso de los seguidores del orteguismo, que atacan constantemente a los disidentes sandinistas por haberse salido de ese partido.
“Yo creo que es la mano de Ortega queriendo posesionar esto como un pleito ideológico entre derecha e izquierda”, dijo Dávila.
El MRS es una organización política fundada por disidentes del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), organización que representa a la dictadura de Daniel Ortega. Los fundadores del MRS crearon esa organización hace veinticinco años, para ofrecer una opción democrática dentro del sandinismo.
Desde 2018, los sectores críticos y opositores al régimen orteguista, están empujando un proceso de unidad opositora en la Coalición Nacional (CN), para enfrentar al régimen de Ortega. El PLC formaba parte de ese proceso en la CN, sin embargo, sus conflictos internos y su incapacidad para demostrar que ya no tienen alianzas con el orteguismo, llevaron a los miembros de la CN a tomar la decisión de expulsarlo.