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CONTENIDO EXCLUSIVO.El 18 de febrero su nombre resaltó en la presentación de la plataforma Unión Republicana (Unir), liderada por el exdiputado conservador Alfredo César Aguirre.
Desde entonces Aminta Ramírez dejó su trabajo como presentadora en Canal 10 y se lanzó directamente a la política. Dice que en Nicaragua hay una lucha ideológica que está dispuesta a librar. Habla de aborto y de “agendas destructoras”, pero asegura que no es homófoba y que tampoco siente que la estén utilizando.
Toma distancia del presidente del Partido Conservador (PC), lo defiende y lo describe como un “estratega político”, al mismo tiempo que explica las razones por las que decidió formar parte de Unir. Aquí responde a las críticas que ha recibido, asegura que no participarán en elecciones si no hay reformas electorales y explica por qué tiene confianza en esta nueva plataforma.
¿Por qué decide dejar su carrera en televisión y meterse en política?
Ya me había comentado sobre la Unión Republicana (Unir) el ingeniero Alfredo César. Me pareció una buena plataforma desde que me la presentó con todos los puntos claves, básicos sencillos y digeribles. Sin mucho protocolo y sin mucha burocracia. El lanzamiento se adelantó una semana y pasé por muchos dilemas y cuestionamientos. Esta invitación yo la recibo porque fue del agrado mi posición en las redes sociales de muchas temáticas y el hecho de conservar mi libertad de expresión y no dejar de ser quien soy para ser controlada.
Por sus posturas en redes sociales da la sensación de que su entrada en política es para ser una especie de contrapeso ideológico.
Esos posicionamientos los he tenido desde mucho antes y es un tema que no debe ser de medias tintas, o somos o no somos. Creo que esta es una problemática internacional seria y evidenciable a través de los medios de comunicación. Que, si soy contrapeso, mi único ánimo es que los derechos de los nicaragüenses sean respetados y que cualquier plataforma que quiera sumar para ser contrapeso pueda ser clara y honesta con la población. Respeto a los que defienden la agenda progresista en otros países y lo hacen con valor y sin utilizar estrategias camaleónicas. Pero no me gusta lo de crear falsas expectativas y engañar a la población.
¿Entonces es una reacción ideológica?
Nicaragua tiene una situación muy compleja. No es lo que está pasando en otros países. Por más que uno no quiera ver polarización, esto es notable. Aquí no hay definición de lo que se quiere y entonces lo disfrazamos con términos de inclusión, de ampliación, alianzas y más allá de unidad, creo que no hay transparencia. El pueblo de Nicaragua no es retrógrado.
¿Qué son las agendas destructoras que usted menciona en redes sociales?
Hay unas que van en contra de los derechos de la familia, otras que van en contra de nuestros futuros héroes y líderes por nacer, otras agendas que vienen a distorsionar y confundir dictatorialmente a través de la imposición de su pensamiento. Esto no es algo que me esté inventando, es algo que se ve y así funciona y así operan.
Pero no veo que esas agendas tengan tanto peso.
Sí, pero tienen claros objetivos y metas muy bien definidas para llegar a cumplirlo.
¿No sería mejor dejar estas luchas ideológicas y salir de la dictadura para después crear estos debates en democracia?
Creo que es importante no utilizar la lucha cívica para lograr estos propósitos. Ahora, yo quiero ser enfática. No discrimino a nadie por su vida privada y creo que en la vida sexual nadie debe de meterse. Gozamos de albedrío para tomar las decisiones que queramos como seres independientes. No soy homófoba y no soy ninguna jueza moral para juzgar y señalar. Esto es algo meramente técnico y no es algo personal. Lo mismo con la agenda feminista y las corrientes que abrazan, es algo político. No quiero que se manipule ni se utilice la lucha cívica para estos fines.
¿Por qué insiste en el tema contra el aborto?
Hay una agenda progresista que tiene que ser implementada sí o sí. Eso hay que evitarlo, tenemos mucha ignorancia y desconocimiento de nuestro país. Hay que respetar la dignidad de los nicaragüenses y sabemos que hay cosas para las cuales hay que hacer encuestas y otras que no.
Usted aseguró en sus redes que en Nicaragua hay una lucha de dos izquierdas por el poder.
Es la pugna de dos izquierdas rivales por el poder y que justamente en esta situación compleja se está manifestando y saliendo mucho más a luz. Esto no quita la legitimidad de la lucha. En lugar de decir si estaría dispuesta yo a apartar esos temas para unirme, yo hago la pregunta y volteo la tortilla: ¿Están estas personas dispuestas a engavetar y guardar sus agendas por amor a Nicaragua?
Suponiendo que Ortega es una de las izquierdas, ¿quiénes son la otra?
La izquierda renovada.
¿El que antes se llamaba Movimiento Renovador Sandinista (MRS)?
Los grupos aliados que representan y están siendo dirigidos por la izquierda renovada.
Por eso, ¿habla usted de ese partido?
Bueno, se han cambiado de nombre, se ha cambiado de colores, pero Nicaragua ya sabe quiénes son. Hay que recordar que hay diferentes representaciones y sectores. Uno de los puntos que hizo fracasar a esta estructura fue un dominio desequilibrado de estos grupos en la Alianza Cívica. Si hubiera existido la equidad de representación, esto hubiera sido totalmente diferente.
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Toda esta energía para combatir a esta izquierda que usted señala, ¿por qué no enfocarla contra la dictadura que sigue reprimiendo?
Es que nosotros estamos apostando por sacar a esta dictadura y estoy apostando en lo personal por librarlos de cualquiera de las dos dictaduras. Una manifestada en represión de trasfondo ideológico y otra ideológica. Apuesto por una nueva generación que quiere una Nicaragua libre de ideologías. Nosotros, los nicaragüenses de la nueva generación, necesitamos ser libres de todo este tipo de ideologías que han hecho daño a este país. Tiene que haber una limpieza profunda y tiene que haber mejores representaciones de todos los sectores de una manera más equitativa.
Habla de una nueva generación y, sin embargo, entra a un grupo que está dirigido por Alfredo César Aguirre, alguien que tiene muchos años de estar en la política y en diferentes bandos.
Primero, porque recibí una invitación y me gustó el acuerdo patriótico de Unir. Él es una persona de mucha experiencia y mucha trayectoria. Pero yo no soy ni vocera de él, ni representante de él, ni relacionista pública del Partido Conservador (PC). Solo estoy invitada a participar en la sociedad civil y no milito para el PC. Yo creo que él ya está de salida. Hay gente que habla de dictadura de este señor, pero tiene una carrera política de más de 20 años. En el 2019 él tenía que entregar porque se le acabó su período, pero por consenso en vista de lo que pasó en 2018, luego lo del Covid-19, ellos decidieron aplazarle el período hasta 2022. Para participar de unas elecciones se necesita un partido y una casilla. Se me ha criticado muchísimo y yo pregunto, ¿entonces a quién debí de haberme unido? Porque si hablamos de la mancha de la reputación o de lo tanto que se ha investigado a este señor, Alfredo César, que no me representa y no estoy aquí para defenderlo y creo que quien debe responder a todas sus preguntas es él. No me estoy aliando a condenados por corrupción y estafa, ni asesinos, ni torturadores, ni con piñateros ni con pactistas y tampoco me uno para que me nombren de algo.
¿Entre todas las opciones de partidos, el PC era la opción menos mala?
Es que no podés atacar a la dictadura si vos fuiste parte de eso. Con qué autoridad moral.
Alfredo César fue sandinista y hasta tuvo un cargo público en los años 80.
Pero no participó de la Piñata sandinista. Hubo una ley de la Piñata y él no dio su aprobación y no la firmó. Igual en toda la oposición existen muchas personas sandinistas, ya no danielistas por las rivalidades y las pugnas. Pero participaron y estuvieron ahí.
Veo, por ejemplo, a los precandidatos de la oposición y no encajan en esa descripción. ¿De quién habla?
Ahí obviamente ustedes tienen que investigar, así como investigan a Alfredo César. Saber quiénes son las personas que están ahí, en qué han participado y si están sancionadas o no.
¿Pero a quién señala usted?
Eso les toca a ustedes investigarlo. Ellos representan sectores y hay gente detrás dirigiendo.
¿Qué aportan a Unir personajes como Haroldo Montealegre o Alfredo César?
No son el enfoque porque ellos ya dieron lo que tenían que dar. Este señor (Alfredo César), porque al otro no lo conozco, considero que es un estratega político muy brillante porque está potencializando y enfocando los esfuerzos en el relevo generacional. Y él ya va de salida. Él no está aspirando a ninguna candidatura. Solo se le está diciendo a la gente que aquí está otra casilla que está dispuesta a recibir a movimientos, empresarios, campesinos, y me encanta que estén convocando a gente que se siente marginada. Porque aquí no marginamos a nadie ni tenemos la autoridad moral para expulsar a nadie, siempre y cuando exista representatividad equitativa sin discriminar a ninguno de los sectores.
¿Y si mañana Unamos quiere entrar en su movimiento?
Eso va a entrar en un directorio y en un consenso con la gente que está siendo parte de Unir. Hay que recordar que no somos un producto terminado y estamos aglutinando a los diferentes sectores. Si cualquier tipo de agenda se mete bajo la manga y se espera por amor a Nicaragua, habría que ver y conversarlo y considerar qué es lo mejor para los nicaragüenses.
¿Pero a usted le gustaría que este partido y el resto de movimientos entraran en Unir?
Hay que conversar y analizar, las puertas están abiertas. Pero hay un acuerdo patriótico de nación por el cual nos regimos, pero el que está dispuesto a darle relevancia a los temas importantes para los nicaragüenses las puertas están abiertas.
Usted señala que los demás deben dejar de lado sus agendas, ¿pero usted qué estaría dispuesta a ceder?
En el tema de la vida no hay nada que se discuta. No hay que ceder nada en cuanto a ese tema.
Hay un rechazo evidente sobre la persona de Alfredo César. Usted dice que ya va de salida, ¿por qué no se aparta para hacer un bien a su movimiento?
Él es el presidente del Partido Conservador legalmente.
Pero podría renunciar.
¿Por qué va a renunciar? Yo soy una mujer adulta y no me dejo llevar por los rumores de la gente.
No he mencionado rumores, hablo de rechazo.
Rechazo por rumores.
Pero hay un rechazo y la están señalando a usted.
Él no se manda solo y aunque sea el presidente de su partido, y yo no milito para su partido. Hay consensos nacionales y si la gente del PC lo tiene ahí, ni yo ni nadie somos quienes para decir que tiene que salirse. Si yo hubiera creado algo nuevo, igual me iban a criticar, segundo, yo no puedo crear plataformas en el aire.
Daniel Ortega también dice que la gente de su partido lo tienen ahí y, sin embargo, la gran mayoría lo rechaza.
Una cosa es la dictadura de Ortega y otra las políticas internas de un partido constituido. Cualquier cosa que tenga que ver con Alfredo César y su partido, pregúnteselo a él. Él podrá responder ante cualquier señalamiento. Alfredo César no me presenta, ni yo lo represento. No estoy aquí para lavar la imagen de nadie y no me siento utilizada.
¿Por qué crear un nuevo grupo opositor en este momento?
Han pasado prácticamente tres años ya. Aunque se entienden los esfuerzos y que nada es de la noche a la mañana. La mayoría de nicaragüenses no necesariamente los que están en redes sociales, porque somos más de seis millones de habitantes para decir que mil comentarios reflejen el sentimiento popular. Entonces en tres años no se ha logrado hacer nada efectivo y de la manera que el pueblo lo exigía. El pueblo no es tonto, el pueblo está expectante y está cansado de opciones políticas con las que no se sienten representados.
¿Y si en tres años no se ha logrado, ustedes lo van a lograr en ocho meses?
¿Por qué no? Todos tenemos el deseo, el derecho y la oportunidad de querer soñar con elevar las expectativas, con conquistar a los guerreros cívicos. Las puertas de Unir están abiertas para quienes quieran leer el acuerdo de nación, e independientemente de su ideología, digan que este acuerdo recopila los verdaderos intereses de los nicaragüenses. Estamos positivos y si no hay condiciones, no participaremos de las elecciones.
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¿Usted a qué aspira dentro de esta plataforma?
Me parece una falta de respeto que una persona diga si aspira a un puesto. Está en su derecho. No creo en el dedazo y no me voy a acercar a Unir porque quiero ser presidente o diputada. Este fue un ofrecimiento de ellos y no creo en las precandidaturas en estos momentos, creo en las propuestas. Si vos aplastás las decisiones de los demás, te estás portando igual o peor que la dictadura. Porque hay una dictadura digital y una represión digital que te quieren dictar qué hacer o pensar. Estoy en mi pleno derecho y porque me dio la regalada gana de unirme a esta plataforma.
Hay otros partidos con casillas disponibles, ¿por qué el resto de actores políticos debería elegir la del PC?
Esto es voluntario y nadie tiene la voz absoluta y representativa de los campesinos, empresarios o estudiantes. No podemos decir que representamos a la mayoría, debemos esperar las reacciones voluntarias. A mí se me está imponiendo que debo unirme a quien no quiero unirme y tengo y gozo de mi pleno derecho de no querer unirme y punto. Las puertas están abiertas para los quieran conversar y más allá del dedazo, decir doblegaré mis intereses y aspiraciones personales y vamos a ir en un vehículo seguro.
¿Y si al final nadie se une a su movimiento?
Eso se verá en el camino, pero no es nuestro ideal y nosotros nos mantenemos positivos. Estoy experimentando mucho apoyo, recibí ataques, pero a mí no me asustan las vanidades métricas de las redes sociales porque sé cómo operan y sé que hay trabajadores digitales para el Frente Sandinista y trabajadores digitales para otros lados. Eso no vendrá a medir el apoyo real de la gente, eso se medirá con los votos.
¿Tienen un plan para sentarse a hablar con el resto de actores?
El problema es que estamos subestimando el alcance que está teniendo Unir.
¿Cómo se está midiendo ese impacto?
Todos los miembros del directorio y en lo personal y la misma gente está escribiendo a los correos, haciendo llamadas, escribiendo mensajes de texto. La gente quiere ser parte.
Hace un momento decía que no había que tomar tanto en cuenta las interacciones en redes sociales. ¿Unir tiene impacto porque la gente le está llamando y escribiendo a usted?
No, cada uno dentro del directorio tiene su rol y te digo que maravillosamente la gente se está interesando por Unir. Están llamando, escribiendo y contactando.
¿Qué pasará si de aquí a noviembre siguen siendo minoría?
Imagínate que con las recientes encuestas y nosotros apenas hicimos el pronunciamiento el jueves, pudiésemos andar en uno o dos por ciento de simpatía y la oposición tiene menos del cinco. El ánimo a nosotros nadie nos lo baja.
¿Pero si esto ocurre qué harán?
No tiene porque pasar.
Pero puede pasar.
Nadie se puede anticipar a decir que Unir no tendrá la fuerza ni el aglutinamiento esperado. La única forma en la que no pudiésemos participar de las elecciones es que no se cumplan las condiciones mínimas que exige la Organización de Estados Americanos (OEA). Ya sabemos cuáles son, la liberación de los presos políticos, restaurar el estado de derecho, libertad, desmantelar paramilitares, depuración en la Policía y el Ejército. Que se aparten los que participaron de la Piñata y están detrás asesorando, que se aparten los pactistas, arnoldistas y conservadores, pero de ideologías políticas de antaño algunas tradicionales y otras renovadas.
Plano personal
Aminta Leticia Ramírez Núñez nació en Managua en 1984. Tiene 36 años.
Está casada y tiene dos hijos, un niño de nueve años y una niña de cuatro.
Quería ser ingeniera civil porque era buena en las matemáticas.
Estudió relaciones internacionales en la Universidad Tomás Ruiz.
Trabajó en radio, en Canal 8, en Vos TV y en mayo de 2018 entró a Canal 10.