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"A mí me da mucha vergüenza cada vez que Daniel Ortega habla en público, solo estupideces dice", LA PRENSA/O.NAVARRETE

“A mí me da mucha vergüenza cada vez que Daniel Ortega habla en público, solo estupideces dice”, LA PRENSA/O.NAVARRETE

Luis Enrique Mejía Godoy: “Si no hay unidad esto va a ser otro circo”

El cantautor confiesa que le da vergüenza cada vez que Daniel Ortega habla en público porque "solo dice estupideces". En esta entrevista responde si le compondría una canción de campaña electoral a la oposición si logran la unidad.

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La pandemia vino a trastocar la vida y el trabajo de millones de personas, y los artistas no son la excepción. Luis Enrique se la juega publicando libros de poesía, realizando conciertos virtuales, subiendo música en plataformas como Spotify o vendiendo sus dibujos.

Estando en Costa Rica asegura que se siente más cerca de Nicaragua. Podría estar en Estados Unidos a como lo hace su hermano, Carlos Mejía Godoy, pero por una serie de razones decidió quedarse en el vecino país. Desde allá está al tanto de las noticias en el país. Dice que le sorprende a escuchar casi a diario de un nuevo precandidato.

Tanto Carlos como Luis, cuando hablan en entrevistas juntos o separados terminan hablando en plural. “Nosotros, los hermanos Mejía Godoy”, dice Luis al contestar si le compondrían una canción de campaña electoral a la oposición si logran la unidad.

Asegura que vendría a votar en noviembre de este año, opina sobre la ley que pretende “confiscar” sus canciones sobre Sandino y responde si forma parte de algún movimiento social o político.

Se supone que en noviembre de este año hay elecciones. ¿Piensa venir al país a votar?
En primer lugar, pensar en la pandemia que a veces se cierran las fronteras y puede que no existan condiciones en ese sentido. Cuando no existan condiciones para que pueda trabajar y cantar con libertad en Nicaragua, yo no voy a regresar. Es así desgraciadamente y me duele mucho decirlo. Pero ¿qué voy a ir a hacer en Nicaragua? Sentarme o acostarme en mi casa. No, yo soy más útil para esta lucha compleja y difícil pero que tiene que tener un final. Nada es eterno. Y por supuesto si hay condiciones para elecciones libres, sin presos políticos, si devuelven lo robado y todas las libertades, si quitan la ley del bozal y la Ley de Agentes Extranjeros. Si hay estas condiciones, por supuesto que yo voy a ir a votar a Nicaragua.

En el país ya hay varios precandidatos, ¿cómo describiría el tema de la unidad de la oposición?
Yo me sorprendo todos los días con una cosa nueva en Nicaragua, o quizás no es nada nuevo y solo arrastramos vicios o problemas desde hace 200 años. Vamos a celebrar no sé cómo el bicentenario de la independencia, sin ser independientes y libres. En esto tienen la culpa los que se dedican a la política. Me parece y no soy el único que lo dice, que hay un gran atraso en cultura política y que desgraciadamente la gente sigue buscando caudillos. De esto tiene que salir algo bueno, esto será una gran lección y no creo que se repita después de 200 años. Estamos supuestamente a punto de tener unas elecciones que ojalá sean libres, transparentes y observadas. El tiempo se agota y siguen presentando candidatos y no dan señales ni muestras de querer unirse. La juventud como siempre ha existido en todos los cambios. No sé si un joven de 18 años, pero la gente que por ejemplo tiene mi edad ya se le pasó el tiempo para dirigir un partido o lo que sea.

¿Dónde cree que está la juventud?
Hay que preguntarles a los jóvenes qué es lo que está pasando y dónde están. Dónde están en cada uno de estos movimientos, los jóvenes con propuestas y no es que esté diciendo que la juventud, a como decimos los nicaragüenses, a huevo por ser joven será la que tenga que decidir qué pasará en el futuro. Hay mucha juventud en el campo y la ciudad y mucha juventud que no tiene trabajo ni una profesión. Los políticos tienen que dar una respuesta y la tienen que dar pronto. Supuestamente para mayo habrá que tener los tiempos más definidos para llegar a noviembre en las elecciones. Puede haber 100 candidatos y eso no es malo, el asunto es hacia dónde vamos y qué es lo que queremos. Ver dónde están los zancudos, los oportunistas, arribistas, y dónde está la gente que tiene conciencia y que quiere sacrificarse.

En encuestas y redes sociales han sonado bastante Félix Maradiaga y Cristiana Chamorro. ¿Le gusta esta fórmula?
Yo soy el último en decirte cómo es el asunto de la fórmula de candidatos. Yo voy a apoyar a cualquier candidato que sea elegido democráticamente por los distintos sectores de nuestro país. No importa si son organizados por partidos políticos o movimientos de la sociedad civil o lo que sea. Lo apoyaré. Pero no tengo ninguna fórmula, ni ningún nombre para recomendar o decir qué es lo que me gusta. No creo que sea correcto. Yo espero que estas personas, ya sea Cristiana, Maradiaga o quien sea debe saber que esto no es fácil. Es gente preparada y formada. Ser candidato es como agarrar una brasa en la mano y no es chiche. También hay que preguntarse qué espera el dictador. ¿Va aflojar? ¿Negociar? ¿Está esperando una respuesta, un arreglo, un diálogo, un acuerdo, condiciones? Eso hay que preguntarle al régimen.

La dictadura a través de la Asamblea Nacional declaró patrimonio cultural las canciones inspiradas en la figura de Sandino. Usted y su hermano lo denunciaron como confiscación de su obra.
Esta ley, como todas las que Daniel Ortega y Rosario Murillo han mandado a la Asamblea, es absurda y loca. Son de gente demente y psicópata y ya está. Es una ley más. No entiendo qué pretenden con confiscar todo lo que supuestamente habla de Sandino. Yo no tengo ningún efecto de eso y no he sufrido todavía, pero son capaces de cualquier cosa. Además, siguen ocupando nuestras canciones en todos sus actos. No estamos diciendo que el pueblo no las cante, el pueblo las puede cantar cuando quiera y como quiera. Pero un partido político que ahora es como un partido familiar, como la mafia, no puede utilizarlas si nosotros lo desautorizamos desde hace muchos años.

¿Entonces no ha pasado nada más allá de la publicación de las leyes?
Supuestamente quieren confiscar nuestra obra, digo supuestamente porque todavía no ha pasado nada. Pero sí quieren confiscar nuestra obra porque habla del general Sandino. Entonces, todas estas canciones las compuse en los años 70, ni siquiera las compuse en los años 80. Es mi obra, son mis derechos autorales, es mi propiedad intelectual y estoy cubierto por una Ley de Derechos de Autor internacional. Estas canciones están inscritas en esta sociedad de derechos de autor y Nicaragua debe respetar esta ley porque es firmante de esta. Imaginate vos, también se vería confiscada la obra poética de Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, Gioconda Belli, todos los ensayos, novelas o historias noveladas sobre Sandino.

¿Cuál cree que sea la intención de esta ley?
No sé qué van a hacer con todo esto. O son formas de distraer la atención de la gente o simplemente son payasadas.

¿Se arrepiente de haber escrito canciones sobre el Frente Sandinista?
Absolutamente no. En primer lugar, este partido no debería de llamarse sandinista. Daniel Ortega y la Chayo Murillo son los principales traidores del sandinismo. Además, ellos nunca lucharon, siempre estuvieron fuera del país. No tienen ni siquiera derecho a eso. Ellos se robaron la bandera de Sandino y creen que les pertenece todo lo que suene a Sandino. Creo que muchos héroes y mártires estarán viendo no sé desde dónde esta realidad y estarán muy tristes por lo sucedido. No estoy arrepentido absolutamente de nada de lo que hice en mi vida porque lo hice con amor, buena fe, compasión, orgullo y mística.

¿Cuál debería de ser la postura de un artista frente a una dictadura?
Yo no tengo ninguna receta para nadie. No puedo decirle a otro artista, ni a mi propio hermano, lo que tiene que hacer. Cada uno tiene su conciencia y tiene su corazón y de eso se trata la libertad. Yo creo que ningún artista en Nicaragua tiene las manos manchadas de sangre, que yo sepa. Que algunos artistas estén participando con el gobierno, sabés, me suena un poquito a los trabajadores del Estado. ¿Cómo vas a reclamarle a los trabajadores públicos que no vayan a hacer un trabajo para sobrevivir?

¿Cree que hay gente que sigue creyendo en la figura de Daniel Ortega?
Todavía hay gente que desgraciadamente cree en Daniel. Creen en Ortega como caudillo o como alguien ungido por Dios, o eso es lo que ellos creen. Por eso hablan de cristianismo, la solidaridad y el amor, en estos discursos absurdos, tristes y bien vergonzosos. A mí me da mucha vergüenza cada vez que Daniel Ortega habla en público, solo estupideces dice. Por ahora son los partidos políticos los que deben de dar una respuesta porque si no hay unidad, esto va a ser otro circo. Sin condiciones estas elecciones van a ser otra payasada, otra farsa electoral y, por supuesto, ya sabemos quienes se van a llevar el pastel.

Viendo el presente, ¿usted es una persona optimista?
Yo soy una persona optimista, no soy una persona pesimista a pesar de todo esto. El pueblo está unido. Yo señalo a las cúpulas de los partidos y esos grandes intereses que parece que no entienden la necesidad de poder crear las condiciones para poder tener libertad en Nicaragua y democracia.

¿Cuánto tiempo lleva en el exilio?
Desde hace dos años y medio estoy autoexiliado. Desde el último año y medio estoy en Costa Rica. Primero estuve al lado de Estados Unidos y Canadá haciendo algunas giras y conciertos, precisamente por todo lo que estaba pasando desde 2018 en Nicaragua.

¿Por qué decidió quedarse en Costa Rica?
Yo viví aquí mi primer exilio en los años 70. Estoy más cerca de Nicaragua de alguna manera y desde aquí estoy trabajando por supuesto. Estoy escribiendo, grabando y haciendo mis cosas en una situación muy complicada por el Covid-19. Pero estoy aquí lejos de mi patria, pero no estoy ausente. Constantemente estoy haciendo reflexiones, mandando canciones y haciendo poemas y una serie de actividades haciendo conciencia fuera de Nicaragua. Me sigo solidarizando con las madres de abril, los presos políticos y con las personas afectadas por cada una de las acciones que ha tomado este gobierno en contra de la libertad de expresión.

¿Forma parte de algún movimiento de exiliados o grupo político?
No participo de ningún grupo, ni soy militante de ningún partido. Pero estoy de lado del pueblo y haciendo mi labor social como cantor que soy.

¿Cómo recibió la gente en el extranjero su música y su denuncia contra la dictadura?
Generalmente, antes de la pandemia por supuesto, hacía actividades presenciales y podía moverme de un país a otro sin ningún problema. Era con la comunidad nicaragüense y era para motivar a los exiliados. Es fundamental el papel de los migrantes. Lo hice recordando un poco sus raíces y el nicaragüense no deja de ser nicaragüense por mucho tiempo que esté fuera del país. Hay gente que está fuera incluso desde antes de los años 70. Todo este éxodo permanente que decía Pablo Antonio Cuadra y que caracteriza desgraciadamente a nuestro país. Un exilio obligado no solo por problemas económicos, sino también políticos y de pensamiento. Ahora cuando hago mis conciertos virtuales en Facebook Live, se suma muchísima gente de distintos continentes.

Hablando de la pandemia, algunos artistas nacionales han comenzado a desarrollar otras actividades para sobrevivir. ¿Usted cómo sobrevive?
Yo dichosamente tengo muchísimos años de ser un profesional en este oficio de la canción. Igual que el resto de artistas en el mundo, estamos pasando una situación muy difícil porque no podemos hacer esos conciertos presenciales, pero los hacemos virtuales con patrocinio a veces de las empresas discográficas o empresas de instrumento musical o algo relacionado con nuestro trabajo, también universidades o instituciones que nos contratan. Claro, no son las mismas condiciones. Además, hace unos 15 años comencé a dibujar y desde hace tres años yo estoy haciendo exposiciones virtuales donde vendo mis dibujos. Con esto estoy sobreviviendo con dignidad. No quiero trabajar en otra cosa mientras no me vea obligado a eso. Hay gente que la está pasando muy mal y no solamente artistas.

Uno de los dibujos de Luis Enrique Mejía. LA PRENSA/CORTESÍA
Uno de los dibujos de Luis Enrique Mejía. LA PRENSA/CORTESÍA

¿Cómo lo están pasando los exiliados en Costa Rica?
Aquí hay más de 100 mil nicaragüenses refugiados políticos. La mayoría son jóvenes y están sin trabajo y muy mal. Independientemente que el gobierno de Costa Rica les ayuda y también las instituciones. Hay programas para darles trabajo, seguridad social y también para que puedan tener derecho a ser vacunados.

¿Cómo está Carlos, su hermano?
Carlos está bien de salud. Tiene 78 años y ambos seguimos activos, a pesar de que no es lo mismo estar fuera de tu país cuando tenés 30 años, que cuando tenés 70 y pico. Solo tiene algunos problemas crónicos. Carlos está en California y está haciendo algunos conciertos y siempre activo en sus canciones, declaraciones y reflexiones. Entre los dos hemos escrito más de 30 nuevas canciones. Algunas están disponibles en discos y en las plataformas musicales. Nos comunicamos constantemente, nosotros además de ser hermanos, familia, somos dos colegas de música. Nosotros decimos que somos hermanos de canto y de luz.

En los últimos meses ha estado algo apartado del ojo público.
Lo que la gente tiene que entender, por ejemplo, es que yo tengo un poquito más de ventaja porque toco la guitarra, que es un instrumento que fácilmente se presta para acompañar la voz. Carlos ha tenido desde hace muchos años una pequeña disfonía y cantaba con Los de Palacagüina, que eran un respaldo muy importante. Al venirse al exilio, los integrantes del grupo se quedaron en Nicaragua y él no tiene ya con quien trabajar, aunque lo hace a veces tocando un piano o el acordeón, pero no es lo mismo. Es más complicado. Estando en California es más difícil conseguir compañeros de música, mientras que en Costa Rica es más fácil para mí. Además, yo he vivido aquí y conozco a mucha gente con la que he trabajado. Esperemos que esta lejanía no sea por mucho tiempo y podamos regresar.

¿Tiene alguna nueva canción?
Hay una que no he grabado, que se llama “Vivir sin permiso”. Porque en Nicaragua ahora todo el mundo está viviendo con permiso. Permiso para salir, para pensar, para cantar el himno nacional y usar la bandera. Esto es real, sabemos que este es un régimen de terrorismo de Estado y Nicaragua es como una enorme cárcel y cada casa se ha convertido en un calabozo, sobre todo con la gente que está comprometida y se sigue movilizando. Me duele mucho por los jóvenes asesinados, las madres y los que están fuera.

Si finalmente la oposición se presenta en un bloque sólido y unido, ¿usted les haría una canción de campaña?
Vamos a contribuir en la forma que sea, ni Carlos ni yo, ya te hablo en plural, nosotros los Mejía Godoy no somos la única fórmula para hacer canciones. Hay mucha gente con mucho talento y, claro, el deseo es otra cosa. Si una canción mía o mi trabajo o mi voz puede servir para ser voz del pueblo, yo aquí estoy con toda la voluntad del mundo.

Plano personal

Luis Enrique Mejía Godoy tiene 76 años.

En su repertorio hay cinco canciones sobre Augusto C. Sandino.

Las más conocidas son: Eran 30 con él, Allá va el general y Compañero César.

Sus primeros pasos musicales los dio con la orquesta Jazz Madriz.

Terminó el bachillerato en 1965 y al año siguiente comenzó los estudios de medicina en Costa Rica.

En 1969 dejó los estudios y decidió dedicarse enteramente a la música.

Su discografía en solitario consta de 17 álbumes.

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