El proceso de reconocerse como persona de la disidencia sexual y afrontar las consecuencias por parte de la sociedad, se sobrelleva de mejor cuando formas partes de espacios de formación y reflexión desde el activismo para entender los derechos que gozan las personas que forman parte de la comunidad LGBT+.
“Reflexionar feminista, la teoría queer y ser activista, acercarme a espacios de formación de derechos sexuales y reproductivos, me hizo sentirme acuerpado por otras me ha ayudado bastante en mi proceso de reconocimiento y para poder nombrarme públicamente”, afirmo Franklin Hooker, activista de la disidencia sexual.
Luchar contra la discriminación es difícil, a como lo describe el activista. “Como personas y cuerpos disidentes nos ha tocado crear y llevar diversas estrategias de resistencia”, es la manera que las personas de la comunidad han encontrado para sobreponerse a las diversas formas de violencia que viven por ir en contra de lo socialmente aceptable.
“Las personas siempre que no encuentran algún argumento para contrarrestar alguna diferencia que pueda haber en sentido político religioso, nos atacan por nuestra orientación sexual”, agrego Hooker al mencionar a las diversas violencias cotidianas que se enfrentan en los espacios como el hogar, los círculos de amigos, centro de estudios y de trabajo, pero también sobrepasan a los espacios virtuales como las redes sociales. De igual manera, menciona que este tipo de violencias están sustentadas en fundamentalismos religiosos.
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Los cuerpos disidentes constantemente tienen que estar exigiendo a la sociedad que respeten sus derechos, “hay que recordarle a la sociedad que somos personas con derechos, que somos ciudadanos”. Las violencias para estos cuerpos también las han sufrido en espacios de azules y blanco “incluso en los espacios de activismo nos ha tocado enfrentar a personas que hablan de democracia, pluralismo, de igualdad. Nos ha tocado enfrentar todos esos discursos sexistas, misóginos y homolesbotransfobico que nos han querido orillar en cuanto las demandas que nosotros planteamos, que van más allá de derrocar una dictadura y nuestras demandas han estado posicionadas en una transformación estructural”, declaró el activista.
Para el activista, con las experiencias que han sobrellevado las personas de la comunidad LGBT deben existir espacios donde se pueden compartir para que las personas que están iniciando sus procesos de reconocimiento que se están enfrentando a diversos obstáculos por temor a la discriminación “puedan encontrar posibilidades y abrazar la esperanza, para que sientan que si es posible a pesar de vivir en una sociedad que te puede llegar hasta matar por ser diferente , puedan encontrar historias que los inspire a poder vivir”, finalizó el activista.