Fátima Arellano
Amor. Este sentimiento es el más importante de todos y es la primera palabra que debería reconocer tu bebé desde que inicia su formación dentro de tu vientre. Es la que le ayuda a crecer sano, fuerte y seguro de sí mismo. Tu bebé es el reflejo de lo que siente y de todo aquello que le rodea, por eso es fundamental saberlo educar y cuidar con mucho amor.
La pediatra y neonatóloga Victoria Báez, doctora de la Clínica de Especialidades Báez-Amador y de la Clínica Integral de Ticuantepe, considera fundamentales cuatro pilares para el buen desarrollo del bebé: amor, salud, alimentación y educación.
“Para que nuestros bebés crezcan sanos y se vean más bellos debemos manifestarles mucho amor, tanto o más que cuando estaban en el vientre; también hay que reconocer los signos de alarma y los que no son para alarmarse, pues son características normales de su desarrollo”, expone la doctora Báez.
Alimentación
De acuerdo con la neonatóloga Báez, la leche materna es el mejor alimento para el bebé, sobre todo en los primeros seis meses, ya que cubre todas las necesidades nutritivas que el bebé necesita y transmite las defensas propias que no lleva la leche en fórmula. “Las defensas previenen al bebé de enfermedades diarreicas y respiratorias. Yo recomiendo dar el pecho materno cada vez que el bebé lo solicite por espacio de 15 minutos en cada pecho hasta que esté satisfecho. Hay que recordar sacarle los gases entre cada toma de pecho, dándole golpecitos muy suaves en la espada y acostarlo boca arriba sobre el lado derecho una vez que haya terminado de comer. Con esto se evita que el bebé aspire su vómito y se ahogue”, explica la especialista.
Higiene del bebé
Como parte de la salud del bebé, la higiene es esencial, principalmente para el cuido de su piel. La doctora Báez recomienda bañar al bebé con agua hervida y tibia mientras se le caiga el ombligo y siempre emplear un jabón suave e hipoalergénico.
“Como padres debemos comprender que el bebé se mantuvo cálido durante los nueve meses de gestación. Esa misma temperatura es la que debemos procurar mantenerle para no alterar su ambiente. Es recomendable bañar al bebé por partes y a la vez interactuar con ellos para lograr una estimulación temprana y para que disfruten mucho más su baño”, afirma la neonatóloga.
La especialista también recomienda limpiar el ombligo del bebé solo con alcohol al 70 o 90 por ciento cuatro veces al día y hacerlo desde la base.
“Colonias, talcos y cremas antes de los tres meses de nacido tampoco los recomiendo porque pueden provocar alergias”.
Signos de alerta
Todo padre de familia debe valorar ciertos signos de alerta que se pueden presentar en el bebé según su edad concreta. La neonatóloga Victoria Báez nos menciona los siguientes:
Dos meses: no presenta sonrisa social. No fija la mirada. Presenta irritabilidad permanente, como llanto inconsolable y continuo. Hay sobresalto exagerado, por ejemplo: si ante eventos de poca importancia realiza sobresaltos demasiado acusados.
Cuatro meses: si presenta pasividad excesiva.
Seis meses: si persiste el reflejo de Moro, que es el sobresalto exagerado.
16 meses: si pasa ininterrumpidamente de una actividad a otra.
24 meses: si no hay desarrollo del juego simbólico.
Los signos mencionados son los más importantes en la etapa de socialización. Con el desarrollo del lenguaje también hay ciertos signos de alerta que hay que valorar, tales como:
12 meses: pérdida de balbuceo (no balbucea ni emite sonidos).
24 meses: estereotipias verbales. Consiste en la repetición de palabras sin sentido de manera permanente.
36 meses: lenguaje incomprensible.
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