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Jake Rayan Sáenz Castillo tiene siete meses. Su cuna es perfecta para su comodidad e ideal para acompañarle hasta cuando cumpla cuatro años, disponible en Lola & Kiwi Collection. LA PRENSA/ ALFREDO ZÚNIGA.

Tierno descanso

Una de las escenas más enternecedoras que hay es entrar a la habitación de un bebé y observarlo dormir “como un angelito”.

Geraldina González C.

Una de las escenas más enternecedoras que hay es entrar a la habitación de un bebé y observarlo dormir “como un angelito”.

Así como una alimentación adecuada es fundamental para el desarrollo óptimo del bebé, su descanso también lo es.

De acuerdo con la pediatra Claudia Rodezno, el sueño promueve que el niño se sienta alerta, tenga buena memoria y se comporte mejor.

“Los niños que duermen lo suficiente funcionan mejor y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad, por eso es importante que los padres ayuden a sus niños a desarrollar buenos hábitos de dormir desde una edad temprana”, señala la doctora Rodezno.

¿Cuánto tiempo?

Las horas de sueño varían de acuerdo a su edad, y según la pediatra y neonatóloga Gioconda Castro, cuanto más pequeños estén, mayor será la cantidad de tiempo que dormirán.

Por lo general, un bebé debe dormir entre 10 y 12 horas, siendo la hora indicada para dormir entre las siete y las ocho de la noche.

Castro comparte que durante el primer mes de vida los bebés duermen entre el 80 y 90 por ciento de su tiempo, y solo despiertan para alimentarse. Este comportamiento es normal, y según la neonatóloga, en este período el sueño se toma como un parámetro de satisfacción alimenticia.

Agrega que en el segundo mes de vida los bebés duermen el 70 por ciento del día, y durante la noche se debe procurar que duerman más tiempo. Para lograrlo, es necesario suspender la toma de leche en la madrugada asegurándose de que queden satisfechos en las primeras horas de la noche y puedan despertar hasta las cinco o seis de la mañana.

Para el tercer mes resta la cantidad de tiempo que duermen y poco a poco se van integrando al mundo. Del cuarto mes en adelante, cuando ya quieren que los carguen y jueguen con ellos, la doctora Castro aconseja acostumbrarlos a dormir una siesta por la mañana después del baño y otra después de la hora de almuerzo. El resto del día pasan en actividad.

Condiciones ideales

Para que el bebé tenga un sueño placentero es fundamental preparar el ambiente idóneo para el descanso. La neonatóloga Gioconda Castro afirma que es importante que en la habitación donde duerma el bebé no haya ruido o que al menos sea mínimo, pues aunque pueda quedarse dormido con todo y ruido, el sueño no es profundo y, por lo tanto, no tendrá el descanso requerido.

Asimismo, recomienda apagar la luz o utilizar una luz tenue, ya que la presencia de una fuente de luz natural o artificial estimula un estado de alerta.

“Es importante que los padres verifiquen que el bebé no tenga hambre, que esté cómodo y que no tenga ni frío ni calor”, insta la doctora Castro.

Contar con un colchón confortable y acogedor también contribuye al descanso del bebé.

Massiel Tórrez, de Lola & Kiwi, tienda especializada en accesorios para bebés, comenta que el colchón Nook es ideal para el descanso de los pequeños, pues se trata de un colchón orgánico, transpirable y ergonómico que cuenta con un cover protector elaborado a base de eucalipto. el cual le proporciona suavidad y confort al bebé. La funda posee un cierre para facilitar su lavado.

Además de generar descanso, la doctora Castro explica que durante el sueño se desarrollan funciones hormonales en el bebé, beneficiando su crecimiento y estabilidad emocional.

Principio de independencia

Compartir las horas de descanso con ese nuevo ser que nos llena de ternura, amor y felicidad podría parecer la opción indicada para los padres. Sin embargo, ambas especialistas coinciden en que dormir con el bebé no es recomendable.

“Los padres no deben pensar que dormir con sus hijos es la mejor manera de protegerlos de sus miedos. Esto interfiere con su crecimiento físico e independencia, según estudios de psicología pediátrica. Además, altera el descanso de los niños, facilita el insomnio y se puede ver alterada la segregación de la hormona del crecimiento y la talla”, explica la pediatra Claudia Rodezno.

Para la neonatóloga Gioconda Castro, los niños deben tener su propio espacio porque son seres independientes.

“Los niños deben tener sus horas de sueño, crearles hábitos y además darles las condiciones para una buena salud mental y del sueño”, finaliza Rodezno.

Los bebés Carlos Andrés Ávila, de siete meses, y Génesis Paola Morales Palacios, de cuatro meses, interactúan cómodamente en el colchón orgánico y transpirable que dispone la tienda Lola & Kiwi Collection.

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