
Miguel Obando y Bravo fue el primer cardenal que tuvo Nicaragua. ARCHIVO
El atardecer del cardenal Miguel Obando y Bravo
Todos los políticos necesitan su favor. Somoza y los sandinistas se enfrentaron con él y les costó caro. Su voz es poderosa: en un tiempo bendijo a Amoldo Alemán y condenó a Daniel Ortega, y ahora parece estar más cerca de los dos caudillos. Es amado y temido