
En menos de dos años, el obispo Salvador Schlaefer fue expulsado tres veces del país, porque el FSLN no quería oír su crítica sobre las masacres a las poblaciones indígenas. Esta foto en la que aparece cerca de Daniel Ortega fue tomada entre 1984 y 1985, cuando el Obispo ya había colaborado con el éxodo miskito.
«El Moisés» de los miskitos
Durante tres días, el obispo Schlaefer acompañó a pie a más de mil miskitos que cruzaron la selva caribeña rumbo a Honduras, huyendo de la guerra de los años ochenta. El Gobierno lo reportó secuestrado y luego lo dio por muerto. Pero no era en ese viaje que a él le tocaba morir