Cuando Howard Hughes entró por la puerta principal del Hotel Intercontinental Managua (hoy Crowne Plaza), tuvo que enfrentarse a algo que trataba de evitar a cualquier precio. Era el 16 de febrero de 1972 y Hughes, después de bajar de su avión particular, se había sentado en un vehículo blindado marca Mercedes Benz, propiedad de Anastasio Somoza Debayle, y, escoltado por un séquito de la Guardia Nacional, llegaba a la que sería su residencia durante dos estancias distintas en ese año.

Howard Hughes. ARCHIVO
Howard Hughes, un multimillonario en Managua
Tan promiscuo era que una actriz llegó a afirmar: «Howard Hughes se acostaría hasta con un árbol». Por esas casualidades de la vida, el personaje recaló un día en la Managua pre terremoto y de esta forma Nicaragua entró en su historia