
La triste mirada del indio
Con su larga cabellera y una pluma sujeta en el cabello, Leoncio Sáenz pareció toda la vida un «apache». Pero era indio puro de Matagalpa. Chele y talentoso. De monaguillo se convirtió en uno de los mejores pintores de Nicaragua. Todos lo conocían, pero ahora nadie parece acordarse de él