Fue un momento terrible, tanto que desde entonces Rosa Argentina Alvarado Sandino no volvió a ser la misma. Quedó enferma desde el mismo instante en que vio a su esposo, Nicolás Sandino Tapia, en el suelo de su casa, acribillado, sobre un charco de sangre.

Casa Museo de Niquinohomo, donde se crio Sandino. MAGAZINE/ÓSCAR NAVARRETE
Asesinato “sandinista” en la casa de Sandino
Un comando guerrillero asesinó al esposo de una sobrina de Augusto C. en la misma casa donde vivió el guerrillero en su juventud y que hoy es un museo