
El alemán Wilhelm Brinkmann muestra la maqueta de un prototipo de "avión" de 100 pasajeros y 130 toneladas que intentaría fabricar en su taller de aviación en Rivas.
El avión que nunca voló
Nicaragua pude haber entrado a la lista de los 33 principales países constructores de avión. Pudo disputarle el mercado a gigantes como Airbus y Boeing o competir con Cessna y Piper Inc. Eso hubiera sido posible si el principal ideólogo de este sueño loco hubiera aterrizado en la realidad y puesto alas, motores y tuercas a su invento y no haber intentado «probarlo» en las carreteras del país