
Desde la mujer que pinta las máscaras, Teresa, pasando por el tallador hasta el joven que aprendió los sones del Toro Guaco.
Las máscaras del embuste
El Güegüense le debe mucho a una familia de Diriamba. Los Flores hacen las máscaras de la obra desde hace 50 años, bailan en la calle y uno de ellos hasta ha decidido estudiar Turismo para especializarse en el oficio familiar. Les dicen “Los Mascaritas”