Ramón H. Potosme
En la Carta Pastoral emitida por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, cuyo tema central fue la familia, los sacerdotes hacen un llamado a los padres y madres a que eduquen a sus hijos en valores éticos para que no sean víctimas del intento de parte del poder imperante en el país de “lavarles el cerebro” hacia una ideología a través de la diversión y el licor.
El punto 14 de la carta manifiesta que hay preocupación de muchos padres y maestros porque en algunos colegios y medios de comunicación se atrae a los jóvenes a través del licor para adoctrinarlos.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, al respecto señala que sin duda hay un grupo de poder detrás de ello y lo que busca es “lavar el cerebro” a los jóvenes. Según el religioso, el poder lo está haciendo de una manera atractiva, pero sin pensar en el futuro de esa juventud.
En su Carta Pastoral los sacerdotes señalan que el elemento más importante es la aceptación de la voluntad de Dios. Y ahí el amor, fruto de la fe, es sacrificado y desinteresado.
Indican el planteamiento bíblico que “el principio originario de toda comunión humana es la creación del ser como varón y mujer, creados iguales en dignidad pero al mismo tiempo distintos y complementarios en su modo de existir”.
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- “A los jóvenes se les está manipulando con licor y diversión para atraerlos y encauzarlos hacia determinada ideología política”.
- Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.
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“Esto es un atentado contra los derechos humanos, se está atentando contra el derecho de libertad de conciencia de los jóvenes y por eso instamos a los padres de familia a que en la educación que hoy brinden a sus hijos vaya incluido el discernimiento, la capacidad de juicio desde la ética y la fe, para que hoy los jóvenes no sean presa de una sexualidad personalizada, ni tampoco de centros de poder ideológico”, señaló Báez.
La Carta Pastoral consideró que esa manipulación que hacen de la niñez y la juventud es un escándalo social.
Las críticas de los obispos la hacen en referencia a las fiestas a las cuales convoca el Gobierno, así como partidos de futbol, donde hay una gran congregación de jóvenes. En algunos casos estos jóvenes salen de sus escuelas para asistir a estas reuniones.
LLAMADO A LOS PADRES
Adicionalmente, la Carta Pastoral llama a toda la familia a estar alerta ante cualquier ley en el presente o en el futuro en el cual se cambie el modelo de familia que promueve la moral cristiana.
Indican un gran riesgo de cambiar el concepto de familia producto del movimiento secular. Plantean que hay una promoción de un incorrecto concepto del matrimonio y al respecto consideraron que la educación imperante no ayuda a los padres a educar sobre la adecuada vivencia de la sexualidad.
Báez en la homilía dedicada a la sagrada familia en la iglesia de Santo Domingo señaló que incluso se habla ahora de uniones de hecho y de parejas entre el mismo sexo que van contra la moral y la ética cristiana.
“Hacemos un llamado a que los padres como parte de su responsabilidad, no solo al interior de la familia, sino como ciudadanos, no pueden estar a espaldas y desinteresados de cualquier proyecto de ley que atente contra el valor cristiano del matrimonio y de la familia”, señala Báez.
Báez dijo que la carta se refiere a la tergiversación del concepto de matrimonio y familia, por lo que llamaban a defender esta institución cuando es entre un hombre y una mujer. A defender la vida desde el momento de la concepción.
Señaló que ideas como el amor libre y la convivencia entre personas del mismo sexo es inaceptable desde la moral cristiana. Aunque dijo que cualquier persona homosexual es aceptada y querida en la Iglesia.
Según él, una persona homosexual debe vivir su sexualidad en relaciones más vinculadas a la moral cristiana, aunque también dijo que por ser un tema complejo, cada caso debe verse de manera distinta.
“La carta tiene un tono positivo e inminentemente pastoral y profundamente propositiva desde la esperanza y el evangelio”, dijo Báez.
También lamentaron que debido a las condiciones económicas las familias tengan que separarse y que padres y madres tengan que emigrar a otros países para buscar el sustento.
En ese sentido, la Carta Pastoral asegura que hay luces en torno a la familia, porque han advertido una renovada fe en torno al matrimonio.
“En los últimos años, en efecto, ha florecido grupos, comunidades y movimientos comprometidos con el valor evangélico del matrimonio y de la familia”, señala la Carta Pastoral.
Señaló como positivo que más parejas hayan adoptado a hijos que no tienen padres para guiarlos y darles educación. También señala como positivo la valoración de los ancianos como educadores a las nuevas generaciones y que por otro lado, se les acoja, al igual que a discapacitados y enfermos. Todo ello, señalan, daña la estabilidad afectiva de los hijos.
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