“Yo me quedé protegiendo a una niña como de 12 años, que estaba en llanto al momento que escuchó las ráfagas de balas de salva, y luego de entrada me dieron un culatazo con un fusil AK-47 arriba del ojo izquierdo que abrió una herida, y luego siguió una lluvia de golpes en todo mi cuerpo con los amansalocos, hasta que nos llevaron a Managua”, describió Octavio Ortega Arana, coordinador nacional del Consejo Nacional para la Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía Nacional, sobre cómo se produjo su detención.
Una vez liberados los líderes, la CPDH tiene previsto realizar un informe basado en las denuncias recibidas, para presentárselo al Gobierno y la Policía “para evitar que en el futuro se presenten este tipo de situaciones”, expresó Carmona.
Para el lunes 5 de enero, la CPDH tiene previsto visitar El Tule y Rivas, para constatar que la Policía haya regresado todos los bienes que fueron decomisados a los manifestantes. Asimismo, esperan constatar que ya no haya presencia de la Policía y del Ejército en la zona.[/doap_box][doap_box title=”Mediación de la Iglesia” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Los cuatro líderes de El Tule, fueron entregados a sus familiares en la catedral de Juigalpa, Chontales por monseñor Sócrates René Sándigo, obispo de la Diócesis de Chontales. Sándigo, agradeció a las autoridades por la respuesta a la gestión de los obispos de la Conferencia Episcopal para que los cuatro detenidos pudiera pasar el 31 de diciembre con su familia. No obstante, expresó su malestar por la publicación de este rotativo ante la denuncia realizada por campesinos sobre la presencia del padre Félix Triguero, cuando ocurrió el primer ataque policial, y señaló que lo había enviado para que pudiera mediar.[/doap_box]
Ortega Arana, fue puesto el libertad ayer, luego de haber estado detenido desde el 23 de diciembre sin ser acusado ante un juez, en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua.
Tras varias manifestaciones en varios departamentos y la presión de los familiares con el apoyo de organizaciones de derechos humanos y de sociedad civil, Ortega Arana fue liberado a las 6:30 a.m. del martes, junto a Freddy Antonio Orozco, Jairo Lazo, Danilo Lorío y Manuel Antonio Vega, líderes de la comunidad El Tule, Río San Juan. Horas después, fue liberado Ronald Henríquez, también líder rivense, en las protestas contra Canal.
“Fueron siete días ilegales… presos. Nos soltaron sin dar ninguna explicación ni nada, bien golpeados. Me dieron un culatazo en el ojo, pero no me hicieron puntadas, no me sacaron del todo. Hasta los cuatro días me comenzaron a dar el medicamento ahí en la cárcel, vieras que horrible, no sabés si es de día o de noche. La acusación era por terrorismo, me decían de 20 años de prisión, era una presión psicológica tremenda ahí en la cárcel”, narró Octavio Ortega Arana,
Los seis líderes liberados coincidieron en que no fueron víctimas de torturas mientras estuvieron detenidos en la DAJ, aunque si fueron golpeados al momento de la detención.
“En la DAJ no, pero hay una tortura psicológica, que es lógico pues, el saber que estás bien golpeado y no recibís atención médica… tu medicamento, que soy diabético e hipertenso, recibirlo hasta los cuatro días, y yo me imagino que eso se debió a la presión que hubo de todos los brotes de protesta que se dieron, pero sí me siento bien”, afirmó Ortega Arana.
Danilo Lorío, líder en El Tule, aseguró que “el maltrato fue aquí (El Tule), que nos iban golpeando en el bus, en todo el trayecto. Cuando llegamos allá, sería mentiroso decirle que nos hicieron algo indebido, el maltrato fue cuando nos detuvieron, pero ya puestos en El Chipote (DAJ), yo no me puedo quejar… ¡Claro, la ilegalidad no se borra, y el delito de ilegalidad no se borra!”.
LOS ACUSARON DE RECIBIR FINANCIAMIENTO
Lorío narró que durante el tiempo que estuvo detenido solo lo interrogaron una vez. “Nos interrogaron una vez, de ahí, nos encerraron y no volvimos a salir (…) solamente nos dijeron que diéramos nuestra declaración sobre lo que habíamos vivido, cómo nos habían capturado, qué hacíamos nosotros, que quién nos pagaba los 10,000 dólares semanales, nos dijeron que nosotros éramos pagados”, detalló Lorío.
Por su parte, Octavio Ortega indicó que cuatro agentes policiales lo interrogaron preguntándole por el financiamiento de las protestas. Asimismo, según Ortega Arana, le indicaron que ya sabían que estaba vinculado a la CIA (Central de Inteligencia Americana).
UNA LIBERACIÓN SEPARADA
Ronald Henríquez, fue el último de los seis líderes, liberado por la Policía en Managua, a las 10:00 a.m. de ayer martes.
Henríquez fue entregado a su hermana Teresa de Jesús Henríquez, y trasladado a su comunidad por el secretario político departamental del Frente Sandinista en Rivas, Alexander Cardoza Bello, el alcalde del municipio de Rivas, Wilfredo López Hernández, y la secretaria política municipal de Buenos Aires Flor Flores Rivera.
De acuerdo con Henríquez, él no fue tan maltratado como Ortega Arana. “A mí solo me dieron como cuatro golpes, cuando me detuvieron, y allá en Managua no recibimos maltrato” explicó.
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