Llega fin de año y los brindis se multiplican. Pero después de varios “chin chin” muchos de nosotros terminamos lamentando tanta algarabía.
Dolor de cabeza punzante, estómago revuelto, fatiga y malestar general son algunos de los síntomas que nos provoca la resaca.
Sin embargo no a todos les pasa: algunos afortunados no sufren al día siguiente si se pasan de copas.
De hecho, varios estudios sugieren que hasta el 25% de quienes beben en exceso logran evitar las desagradables consecuencias.
Ava Karuso es una de esas personas. Esta australiana de 25 años asegura que puede ir al bar con sus amigos, beber a la par de ellos y estar perfectamente saludable al día siguiente (no así sus amigos).
Ava quiso saber cómo esto es posible y para eso envió su consulta al programa de radio de la BBC “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, en el que los científicos Adam Rutherford y Hannah Fry investigan misterios de la vida diaria enviados por el público.
“¿Por qué algunas personas sufren tanto después de una noche bebiendo, y otras (como yo) no sienten ningún efecto en absoluto?”, preguntó la joven australiana.
Para averiguarlo, Rutherford y Fry empezaron por preguntarle a una especialista cómo afecta el alcohol a nuestro cuerpo.
“Cuando tomas una bebida alcohólica puedes tardar entre 10 y 90 minutos sentir los efectos, pero en realidad el alcohol tiene efecto muy veloz en tu flujo sanguíneo”, explicó Sally Adams, una psicóloga de la salud de la Universidad de Bath, en Inglaterra.
“(El alcohol) cruza la barrera hematoencefálica y básicamente interactúa con todos los neurotransmisores en tu cerebro“, señaló la experta, que es una de las pocas científicas en el mundo que se ha dedicado a estudiar la resaca.
Los neurotransmisores son moléculas que conectan nuestras células cerebrales y nerviosas, y el alcohol afecta a la mayoría de estas transmisiones.
“Esto explica por qué experimentamos efectos tan raros como no poder hablar o caminar bien“, afirmó Adams. Tampoco podemos pensar con claridad y solemos actuar de forma impulsiva.
El hígado
Pero esos efectos del alcohol sobre nuestro cerebro tienen que ver más específicamente con la borrachera. Para entender mejor la resaca, tenemos que concentrarnos en otro órgano: el hígado, que procesa el alcohol.
“Cuando tomas alcohol tu cuerpo busca eliminarlo. Para eso tienes una enzima en tu hígado que se llama alcohol deshidrogenasa”, explicó al programa Andrea Sella, de la University College de Londres.
La enzima remueve hidrógeno del alcohol y lo transforma en algo llamado acetaldehído.
“El acetaldehído es muy tóxico”, resaltó Sella. Muchos expertos lo consideran el principal causante de la resaca.
Pero si todos procesamos el alcohol de esta manera, ¿por qué solo algunos sienten los efectos de la resaca?
Sella explicó que tiene que ver con la cantidad de enzimas alcohol deshidrogenasa que tenemos en nuestro hígado.
“La velocidad con la que el alcohol será procesado dependerá de la cantidad de alcohol deshidrogenasa que tengas en tu sistema”, detalló.
Diferencias genéticas
Este factor (la cantidad de enzimas que metabolizan el alcohol en tu hígado) está determinado por tu genética.
“Diferentes personas tienen diferentes cantidades de alcohol deshidrogenasa”, explicó Sella.
“Si te cuesta deshacerte del acetaldehído, y los niveles de este compuesto se acumulan, te sentirás muy mal”, afirmó.
Es probable que esta sea la clave para responder a la pregunta de Ava.
Quizás ella está genéticamente mejor preparada para procesar el alcohol que sus amigos y eso explique su tolerancia.
Pero hay otras explicaciones posibles.
Por ejemplo, podría tener que ver con su sistema inmunológico.
Reacción inflamatoria
“Todavía no se sabe con exactitud por qué la gente se siente tan mal durante una resaca, pero la mejor teoría al respecto es que se trata de una respuesta inmunológica”, afirma Adam Rogers, autor del libro “Evidencia: La ciencia del alcohol”.
Los expertos vieron que el exceso de alcohol genera una reacción inmunológica, que hace que se liberen ciertas sustancias que causan inflamación, provocando diversos síntomas.
“Si alguna vez padeciste una resaca sabrás que se siente similar a tener una gripe”, resaltó Rogers. “Simplemente te sientes mal, como si tuvieras alguna infección”.
Así que ya sabes. Si te pasas de copas esta navidad y Año Nuevo, es muy probable que tu hígado y tu sistema inmunológico te pasen factura.
Salvo, claro, que seas como Ava.
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