Banderas azul y blanco, cintillos, chimbombas, fotos, megáfono, bailar… Las «armas» que usaron los autoconvocados para protestar contra el régimen de Daniel Ortega
El azul y blanco se impone ante la presencia de la Policía Orteguista
Sábado 21, Septiembre 2019
Varios autoconvocados dieron presente en el parqueo de Rostipollo, Villa Fontana. Todo cubiertos por una inmensa bandera azul y blanco. LA PRENSA/U. MOLINA
Bailando, bailando. Así protesta doña Flor, la señora del huipil azul y blanco que siempre dice presente en las manifestaciones.
Esto se vivió en el Edificio Pellas, donde autoconvocados piden justicia por sus muertos. LAPRENSA/R.FONSECA
La marcha denominada, "Nada está normal", fue en homenaje al estudiante de 16 años Matt Andrés Romero, asesinado por el régimen orteguista el 23 de septiembre de 2018 en Managua. LA PRENSA/R. FONSECA
Panuelos, cintillos, chimbombas y banderas fueron las armas de los autoconvocados contra todo el despliegue policial en la zona. LA PRENSA/R. FONSECA
Félix Maradiga y otros cinco miembros del consejo político de la UNAB están encerrados en un local de Estelí porque la PO no los deja salir. LA PRENSA/ ARCHIVO
Don Lolo Blandino, una vez más, dice presente en las manifestaciones. "Somos pacíficos, tenemos derecho a manifestarnos. Jamás nos dejaremos poner la bota militar. No tener miedo, Dios nos acompaña", escribió.
Con megáfono en mano los autoconvocados pedían una Nicaragua libre, un país con democracia, libertad de manifestarse, entre otras cosas. LA PRENSA/U. MOLINA
Pese a la lluvia y al asedio, los manifestantes aguantaron en cada uno de los puntos que la Unidad Nacional Azul y Blanco definió como puntos de reunión. LA PRENSA/U. MOLINA
Como parte de la jornada de protestas "Nada está normal", esta mañana tres ciudadanos realizaron un piquete exprés frente a La Prensa en homenaje a Matt Romero y exigiendo libertad. "¡Viva Nicaragua!" les respondieron desde la calle. LA PRENSA/A. del Cid.
Los manifestantes del sector de Movistar, Carretera Masaya, exigieron la libertad de todos los presos políticos, que aún mantiene el régimen Ortega-Murillo. LA PRENSA/CORTESÍA