Por tercer año consecutivo el empleo figura como uno de los mayores perdedores en las estadísticas económicas, lo que representa un golpe para un país con altos niveles de pobreza y grandes dificultades para crear una plaza formal. Las últimas cifras del Banco Central de Nicaragua revelan que hasta noviembre al menos un poco más de 25 mil empleos formales se destruyeron en el contexto de la pandemia, aunque la caída se modera si se compara con lo que se tenía hasta diciembre del 2019.
Según datos oficiales, hasta noviembre de este año el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) tenía 714,540 cotizantes, luego de ganar afiliados en los últimos tres meses consecutivos. Eso sin embargo no ha sido suficiente para alcanzar los 739,584 que se tenían hasta marzo de este año, cuando la economía se vio afectada por la pandemia.
La reducción se suaviza si noviembre se compara con diciembre, que suele ser estacional por la dinamización del comercio por la temporada de Navidad y Fin de Año. Según cifras divulgadas por el BCN, comparadas con el cierre del año pasado, hasta el penúltimo mes de este año hay una merma de 12,485 plazas, incidido principalmente por una mayor creación de empleo en el primer trimestre, cuando la economía estaba en proceso de recuperación.
Pese al tercer año negro para el empleo en Nicaragua, los números muestran que al menos la reducción en el 2020 apunta a ser menos destructivo comparado con el 2018 y 2019. En el primer año de estallido social se perdieron 158,322 afiliados al INSS y el año pasado 28,849.
La reducción de plazas en el contexto de la pandemia se debe principalmente a la recesión, que finalmente habría sido menos profunda de lo que se pronosticó inicialmente, pero que sin embargo golpeó duro a actividades como hoteles y restaurantes, sector financiero, electricidad, transporte y comunicaciones.
También incidió la decisión de las empresas de despedir o suspender personal y en el peor de los escenarios los negocios fracasaron, dando como resultado menos personas afiliadas a la Seguridad Social.
Lo que se debe esperar en el 2021
La posibilidad de que en 2021 el indicador del desempleo pueda mejorar es adversa, tomando en cuenta que será un período electoral. Por otro lado, es difícil que el sector público pueda emplear a más de 190 mil personas, que la economía arrastra en el desempleo desde es 2018, a través de sus proyectos de reconstrucción del país tras el azote de las tormentas Eta e Iota.
La presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), Carmen Hilleprandt, declaró a este Diario que para que su sector pueda contratar nuevamente tiene que haber una reactivación económica y condiciones de promoción de la inversión. Apuntó que “en principio se debe revisar la Ley de Concertación Tributaria que es muy onerosa y ha generado mayor informalidad y desempleo”.
El tema político es importante para tener estabilidad de crecimiento a largo plazo en el país, a criterio de la representante de la CCSN. Reiteró que “Nicaragua ha retrocedido casi 10 años y la pobreza sigue aumentando, por lo que es importante medidas públicas económicas de parte del Gobierno” .
Marcos Pierson, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), concuerda en que se debe revisar la política fiscal si se quiere recuperar los empleos perdidos, no solo este año sino desde el 2018. “Si llegaran a corregir el problema de los impuestos que están excesivamente altos, pudiera ayudar a estimular la economía y se recuperaría un poco el empleo, esa es la esperanza, pero ahorita no hay mucha expectativa de crecimiento”, declaró.
Industria y Manufactura es uno de los pocos sectores que hasta noviembre empleaba a 152 personas más que en diciembre del 2019, cuando se reportaban 151,408, en tanto este año en el undécimo mes existen reportes de 151,560 cotizantes.
Pierson afirma que entre las condiciones que deberían existir para aumentar el número de puestos de trabajo en 2021 es que haya más transparencia de parte del Gobierno. “Necesitamos que haya apertura y que en las elecciones del año que viene puedan participar todos los miembros de la sociedad para que sean transparentes y supervisadas por entidades internacionales para que den confianza”, manifestó. Concluye que hace falta generar confianza en el sistema para atraer inversiones e incrementar la empleabilidad.
Por su parte, el representante del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), Leonardo Torres, considera que para que este indicador pueda mejorar se debe hacer una revisión de las reformas fiscales, esperar los resultados de la disminución en el costo de la tarifa energética y que se retomen los vuelos comerciales entre Nicaragua y los demás países, además que exista fluidez por la vía terrestre en cuanto a turismo.
También apuntó a la reactivación del crédito para las mipymes. “Si el crédito no se reactiva, no solo no vamos a lograr la recuperación que nosotros esperamos, sino que tampoco vamos a poder generar empleos”, asegura.
El titular de Conimipyme expresó que en donde no ve posibilidades reales de incrementar empleo de manera significativa es en el sector turístico. “Seguimos manteniendo tasas de caída de más del 40 por ciento en la industria. El gran parámetro para nosotros va a ser la última semana de marzo que es Semana Santa del 2021 y si se resuelve el problema de conectividad aérea y terrestre, nosotros pudiéramos esperar algún nivel de contratación temporal siempre”.
“Nosotros pudiéramos esperar que de los 180 mil en el desempleo abierto en el país se pudiera llegar a cifras acumuladas de 70 mil al cierre de 2021, pero todavía no se podrá absorber toda la fuerza laboral en desempleo abierto”, augura Torres. Esto implica crear empleo para una diferencia de 100 mil personas, una meta bastante alta en el caso de no resolver los problemas de conectividad y de incertidumbre política.
“En nuestro sector lo que nos ha ayudado a mantener el empleo, no permanente, sino temporal, es el incremento del comercio sobre todo en fin de año. Conimipyme podría esperar que el 2021 sea el año de la reactivación económica sostenible de Nicaragua, porque todo nos indica que vamos a cerrar el 2020 mucho menos negativo que lo que nos habíamos proyectado a agosto de 2020, que era de menos 5 por ciento y ahora creemos que será de menos 1.5 por ciento”, aseveró.
La reducción energética que ha anunciado el Gobierno podría traducirse en una mejora para la actividad de las empresas, prevé Torres, por lo que esto sería un impacto positivo en los costos totales y daría margen para garantizar empleos.
Luego de que el aumento acumulado en la tarifa energética en Nicaragua alcanzara casi el 20 por ciento en 2019, este diciembre, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) anunció una reducción promedio del 12.5 por ciento en la tarifa energética a partir del 1 de enero de 2021.
La economía informal en el país se ubica en un 80 por ciento este 2020, reconoce Torres, por ello asegura que se debe trabajar por la formalidad.
El asesor económico de la Presidencia, Bayardo Arce, dijo recientemente en Canal 14 que a inicios del 2021 se revisarían las reformas fiscales, y de ocurrir esto, la Conimipyme espera que exista una política fiscal diferenciada par que ellos puedan mejorar su situación, porque afirman que una política lineal no ayuda.
Sectores con ventaja
Los sectores que han sostenido la economía del país han sido comercio, agricultura, pesca, manufactura e industria, porque son los que en medio de la pandemia han mostrado crecimiento al tercer trimestres del 2020, informa el BCN.
Mina y Canteras es uno de los sectores que ha tenido un aumento de personas inscritas a la seguridad social. De manera que mientras en noviembre de 2019 contaban con 4,547 personas afiliadas, este año a ese mes son 5,281, lo que muestra un incremento real de 734.
Definitivamente esto se explica porque este año el oro ha sido el rubro número uno en exportaciones, desplazando a la carne bovina y el café, por lo tanto la demanda de personal ha aumentado. Y es que el oro está aprovechando los precios de los mercados internacionales para enviar toda la producción que se pueda, según ha manifestado en entrevistas anteriores a este Diario, Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores.
Construcción, a pesar de ser uno de los sectores que más ha sufrido con las crisis del país, porque se ha tenido menor inversión extranjera y menos construcciones de residenciales, revela un crecimiento del 13 por ciento. Mientras en 2019 hasta el undécimo mes de año se tenían 19,398 trabajadores en este sector, este año eran 21,913.
La mano de obra de la construcción se ha visto empleada en obras públicas programadas en el Presupuesto General de la República, tales como carreteras, mejoras en centros de salud y construcción de hospitales.
Otros sectores
Transporte, almacenamiento y comunicaciones señala que mientras en noviembre de 2019 tenían afiliados 32,104, ese mismo período en 2020 sumaban 33,079, lo que significa una mejoría de afiliaciones.
La peor parte ha sido para servicios comunales, sociales y personales, los que han tenido una caída de afiliaciones a la Seguridad Social equivalente a 6,225 personas si comparamos noviembre de 2020 con el año anterior. Se pasó de 267,668 en 2019 a 261,463 este 2020.
Más personas en el subempleo
Esta pérdida de puestos de trabajo aumenta el subempleo, de acuerdo con el informe de Coyuntura de Nicaragua a diciembre de este año, presentado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides). “Este indicador pasó de 44.7 por ciento en el primer trimestre del año, a 45.9 por ciento en el segundo trimestre”, detalla.
El centro de pensamiento, Funides, destaca en su informe que el salario promedio nominal de los asegurados al INSS incrementó en 5.6 por ciento al décimo mes del 2020, versus mismo período del año pasado. “Sin embargo en términos reales el salario promedio de los asegurados aumentó 2.9 por ciento en ese período”, señala.|
Golpea al INSS
La reducción en la afiliación del INSS tiene un impacto especial en sus finanzas. Resulta que pese a la reforma a la Seguridad Social, efectuada por el gobierno de Daniel Ortega en 2019, se prevé que exista un déficit de 6,219 millones de córdobas al cierre de 2020 en esta institución estatal.
Funides explica que dicho déficit proviene de una disminución en los ingresos corrientes (33,053 millones de dólares programados en el Presupuesto General de la República 2020, frente a 28,298 millones de córdobas estimados en el del 2021) y un importante aumento en los gastos de capital (232,4 millones de córdobas programados en el presupuesto del 2020, frente a 521.1 millones estimados en el del 2021).