La población de adultos mayores es de 546,343, según la última publicación de Nicaragua en cifras, del Banco Central de Nicaragua, en 2019, un 8.3 por ciento de los 6,527,691 pobladores del país.
Al ser una población que enfrenta mayor riesgo durante la pandemia por Covid-19, tanto por los contagios y por las medidas extremas que han sido tomadas desde el principio para protegerlos del virus, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) planteo en su resolución 1/2020, “Pandemia y Derechos Humanos”, algunas recomendaciones que los Estados debían tomar en cuenta respecto a esta población vulnerable.
Entre las recomendaciones se encuentran “adoptar las medidas necesarias a fin de prevenir los contagios de COVID-19 de la población mayor en general y en particular de quienes se encuentren en residencias de larga estancia, hospitales y centros de privación de libertad, adoptando medidas de ayuda humanitaria para garantizarles la provisión de alimentos, agua y saneamiento y estableciendo espacios de acogida para personas en situación de pobreza extrema, calle o abandono o situación de discapacidad”, se lee en la resolución de la CIDH.
Situación de los adultos mayores en Nicaragua frente a la pandemia
En Nicaragua, la situación de las personas de la tercera edad es un tema de preocupación debido a que no hay total acceso al servicio de agua, electricidad, alimentación adecuada, acceso a la seguridad social. Sin duda, estos son los principales elementos y herramientas para proteger a la población de adultos mayores durante la pandemia.
Una de las principales preocupaciones es el acceso a la seguridad social, pues “estos no son problemas nuevos, antes de abril 2018, esto ya era un problema grave, un problema estructural al que no se le está prestando la atención debida, y por el contrario, hemos visto siempre que el Seguro Social ha sido mal administrado”, dice Carlos Guadamuz, defensor de derechos humanos del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.
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“Hoy por hoy, nuestro Seguro Social sigue estando en riesgo porque la estabilidad del sistema del seguro social está vinculada con la estabilidad económica de un país y la estabilidad económica depende también de factores políticos, factores sociales del respeto a los derechos humanos”, agregó.
Como defensores de los derechos humanos, el colectivo, trabajando desde el exilio, ha monitoreado la situación de los diferentes grupos vulnerables en Nicaragua durante la pandemia.
“Hemos visto las aglomeraciones, las acciones que han sido sistemáticas para sostener una normalidad política, una normalidad económica, dentro de la pandemia, que eso es una violación generalizada, una violación sistemática, que con la desinformación y la propaganda cruel no nos permite conocer el impacto real en la población adulta mayor, nosotros acá desde el colectivo hemos recibido denuncias de nuestra población, incluyendo personas adultas mayores que conviven en condiciones de extrema vulnerabilidad”, expresó Guadamuz.
Debido a la falta de preocupación del gobierno por la protección de la salud y la vida, Guadamuz sugiere que Nicaragua debe continuar unida y mostrando la solidaridad que caracteriza al pueblo, y que se mostró al inicio de las protestas de 2018, cuando precisamente se protestaba por las afectaciones que tendrían las pensiones de los adultos mayores en ese momento.
Además, “el llamado de seguir escuchando a las personas profesionales de la salud, los epidemiólogos que han dado orientaciones con relación a cómo manejarse, qué medidas sanitarias tomar”, agregó Guadamuz.
Recomendaciones para la salud física y mental
En cuanto a la salud mental, el psicólogo y miembro del Comité Científico Multidisciplinario Javier Barreto explicó, durante un webinar organizado por el comité, que a veces los adultos mayores son relegados, incluso en la propia dinámica familiar, por lo cual el problema principal es la sensación de soledad y por dicha sensación, se puede deprimir.
“Hay que tomarlos en cuenta, hay que platicar con ellos y al igual que con los niños y adolescentes, hay que mantenerlos informados y hay que interactuar con ellos”, recomendó Barreto.
Además, se debe recordar que muchos estaban acostumbrados a interactuar, al salir a comprar a la pulpería o visitar a sus vecinos, por lo que “tener una red de apoyo social es fundamental para la resiliencia en momentos de crisis, en momentos donde se vive con mucha ansiedad, con mucho estrés en la sociedad, hay que mantenerlos permanentemente visitados, hay que tomarlos en cuenta para la toma de decisiones, y hay que estar pendientes de sus necesidades y mucho más en aquellos casos cuando ha habido pérdidas de familiares”, recomienda el psicólogo.
Asimismo, hizo un llamado a estar pendientes de aquellos adultos mayores que tomen medicación o algún tratamiento permanente, continúen con estos, pues de no seguirlos pueden tener una evolución negativa o enfermarse por abandonar los tratamientos.
Por su parte, el epidemiólogo Leonel Argüello, en el mismo conversatorio, mencionó la importancia de seguir las medidas de protección, pues siguiendo estas los adultos mayores pueden realizar algunas actividades que les permitan estar en contacto con su entorno.
Por ejemplo, en la cultura nicaragüense, es común que los adultos mayores se sienten fuera de sus casas en sus sillas mecedoras. Los médicos indican que esto pueden continuar haciéndolo mientras se respete la medida del distanciamiento. “Vos podés estar sentado y podés estar platicando perfectamente si estás a más de dos metros de distancia, ni mascarilla necesitás ponerte. Entonces, ¿qué es lo que no podés hacer? Gritar no, porque cuando gritás tirás más virus, no sabés si el virus lo tenés o no en tus pulmones, y tampoco cantar. Son las únicas dos cosas que no, pero vos perfectamente si estás al aire libre, podés estar platicando”, explicó.
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Sin embargo, si al establecer una conversación las personas se encuentran a menos de los dos metros de distancia, sí es necesario el uso de mascarillas. También el doctor Argüello dijo que los adultos mayores pueden salir a hacer caminatas, siempre y cuando se siguen las demás medidas de protección: mantener esa distancia de al menos dos metros; no tocarte la nariz, ni ojos, ni boca; lavarte las manos con agua y jabón; y ponerse la mascarilla, en caso de no mantener la distancia recomendada.
También recomendó buscar una hora en la que no haya mucha circulación de personas. Puede ser en la mañana, tarde e incluso a mediodía. “También es bueno recibir el sol, porque por ahí agarramos la vitamina D”, dijo Argüello.
Señaló que a veces se tiene el concepto de que la gente mayor no debe moverse: “cuidado, mamá… que se va a caer”, “abuelita, que no se mueva”, “espere que yo se lo hago”. “Los vamos discapacitando… Es importante la actividad física y la actividad mental, por eso decíamos, mucho trato porque hay que hablar mucho, poco plato, porque hay que comer bien, con una comida colorida, alegre, balanceada con mucha verdura, mucho vegetal y mucha fruta, que no lo estamos haciendo y caminar, ser activo. La gente puede vivir más si tiene más trato, más relaciones y si es más activa”, explicó el doctor Argüello.