La tortura denunciada por presos políticos, excarcelados y sus familiares ha sido sistemática desde abril de 2018. Así lo reflejan los testimonios y el informe del Observatorio nicaragüense contra la tortura, presentado por el Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua Nunca + en el marco de la celebración de su segundo aniversario.
El Colectivo ha recibido a la fecha 85 testimonios de víctimas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes; 72 de las víctimas son hombres y 13 de ellas son mujeres. “Estos testimonios narran los horrores de las personas desde el momento de su detención, durante la misma, las amenazas sufridas al momento de su liberación, las consecuencias de la tortura y los actos de hostigamientos y vigilancia policial de las cuales son víctimas”, indica el informe.
Lea además: Informe de Derechos Humanos resalta que informar es visto como un delito
Róger Espinoza, del Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (Grex), mencionó las condiciones precarias de los presos, sobre todo la falta de acceso a agua potable y de acceso a medicamentos.
Destacó que en el contexto del Covid-19 no se han dado registros sobre las medidas de prevención de la pandemia.
“No ofrece el régimen ningún registro con relación a la vacunación o la inmunización de nuestros hermanos adultos mayores, de los que tienen enfermedades crónicas que son presos políticos, de cara a la jornada de vacunación que supuestamente han estado impulsando”, detalló Espinoza.
Indicó que las capturas se están haciendo por portación o tráfico de estupefacientes.
“Estoy del lado correcto de la historia”
Nelson Lorío, padre de Tayler Lorío, el bebé que murió por un disparo durante las protestas el 23 de junio de 2018, relató cómo fue detenido y sufrió tortura psicológica.
Lo querían acusar del robo de un carro y él no sabe manejar. Una vez detenido le mostraron videos manipulados y le dijeron que a lo mejor estaba confundido con los hechos el día de la muerte de su hijo. Indicó que hasta se le ofreció apoyo, tomando en cuenta sus dificultades económicas.
“Yo no me voy a cruzar del lado incorrecto de la historia. Yo siento que estoy del lado correcto de la historia, exigiendo la justicia por mi hijo y de muchas madres que no aparecen públicamente, pero que darían todo por estos espacios para visualizar a sus hijos. Yo hablo por mí y por la madre de todos (los asesinados)”, confió el progenitor.
Pidió que dejen de asediar su casa, porque tiene una hija que cada vez que ve la patrulla corre, por temor.
Lea también: Madre de presos políticos es asediada por la Policía
En la presentación del informe participaron además Karla Ñamendy, presidente de la Organización Víctimas de Abril (OVA), quien mencionó la importancia de que las organizaciones y los defensores de derechos humanos se sumen a la petición de la restitución de los derechos fundamentales.
Además, intervino Rodrigo Navarrete, miembro de OVA, quien resaltó que son constantes las detenciones de acuerdo con denuncias en redes sociales. Secuestros o desaparición por 24 o 48 horas para ser sometidos a interrogatorios, como el caso de Yasser Morazán, Valeska Alemán Sandoval —quien fue liberada pero golpeada—, entre otros.
Violencia sexual como forma de tortura
Hanssel Vásquez, coordinador de la comisión de justicia de la Unión de Presos Políticos de Nicaragua, indicó que un informe que realizó esta organización, muestra que 10 de cada 20 presos políticos fueron víctimas de algún tipo de violencia sexual.
Remarcó que exigen un “proceso verdadero de justicia” y aclaró que la tortura puede darse aun con el método de detención conocido como “puerta giratoria”, detener a las personas y luego soltarlas. “Una persona no necesita estar más de dos horas presa para ser víctima de terribles actos delictivos y agresiones en su contra”, dijo.
Lea el informe completo Informe de tortura del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +