La deficiente capacitación de los maestros, la escasez de recursos económicos de los padres de familia, la falta de condiciones inclusivas en las aulas de clases, la ignorancia sobre los derechos de las personas con discapacidad y la discriminación son algunos de los factores que reducen el acceso a la educación de las personas con discapacidad.
Así lo plantea una investigación que realiza María José Castillo, como parte de su tesis de la carrera de Derecho en la Universidad de Ciencias Comerciales. El tema lo escogió por una motivación personal, porque como madre de una niña con autismo que tiene diez años le ha tocado superar estos factores para garantizarle a su hija su derecho humano a la educación.
De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad afecta a un 10 y un 13 por ciento de la población a nivel mundial. En Nicaragua, conforme a cifras oficiales recogidas en el año 2003 en la Encuesta Nacional de Discapacidad (Endis), 461,000 personas mayores de 6 años presentan algún tipo de discapacidad.
La investigación de Castillo describe la problemática que tienen las personas con discapacidad dentro de su formación académica y busca específicamente mostrar si se cumple con este derecho.
Castillo trabajó con niñas y niños con discapacidad del Distrito III de Managua, para elaborar el diagnóstico del avance y limitaciones en el proceso de garantizar su derecho a la educación
En Nicaragua, hay más de 80 mil niños con discapacidad en edad escolar, de los cuales se estima que apenas el 10 por ciento está integrado a la educación regular, y los que atienden las escuelas de educación especial otro tanto, aparte de tener una gran gama de discapacidades, que cada una a su vez necesita de su propia especialización.
“Los bajos niveles de inclusión los encontramos en las escuelas regulares, donde los maestros no se sienten capacitados o en condiciones de atender a las personas con discapacidad. Por otro lado, existen escuelas privadas con personal técnico y especializado, sin embargo, los aranceles de estos centros educativos son muy costosos, por lo tanto, fuera del alcance de la población con bajos niveles económicos”, comenta Castillo.
Los obstáculos
Como primer obstáculo, en la investigación se plantea la falta de profesionalización y concientización de los maestros de escuelas regulares acerca de la discapacidad.
“Las perspectivas que tenga el maestro al atender a una persona con discapacidad tienen que ir en congruencia con su vocación, un alto nivel de paciencia, tolerancia y sobre todo empatía, para que el maestro logre conocer y desarrollar al máximo las habilidades del estudiante. Por el contrario, si el maestro mira al estudiante como un estorbo o atraso para dar su clase, lo que hará es excluirlo, y como consecuencia, aunque el niño año con año pase su grado, no estará aprendiendo nada. Por esta razón, los padres prefieren no ingresarlos o retirarlos de los centros educativos”, expresa Castillo.
Características y competencias que debe poseer un maestro para impartir una educación inclusiva
Castillo plantea que “un maestro de educación especial debe estar preparado para poder trabajar con estudiantes con una variedad de discapacidades, ya que sus niveles pueden ser de leves hasta moderadas, por lo cual debe prestar una atención profesional para que los alumnos puedan estar integrados en las aulas, ya sea en centros de educación regular o especial”.
Señala que en la Ley 763, Ley de los Derechos de las Personas con Discapacidad, en el artículo 41 “Del personal técnicamente calificado”, se establece: La educación especial debe contar con el personal técnicamente adecuado, que garantice las diversas atenciones que cada persona con discapacidad requiera.
Y en este caso, se establece que es el Estado quien debe capacitar técnica o profesionalmente al personal docente en los diferentes lenguajes de comunicación, atenciones y metodologías adecuadas para impartir la educación especial.
En este mismo artículo se establece también la contratación de maestros con discapacidad, “que conozcan el sistema de escritura Braille, la escritura alternativa, otros formatos de comunicación alternativos, incorporando en el sistema educativo nacional los métodos de enseñanza y herramientas pedagógicas especiales”.
Sobreprotección de la familia
Otro obstáculo que presenta el estudio es la sobreprotección de la familia, bullying y etiquetas por parte del maestro hacia los protagonistas con discapacidad. “Las y los protagonistas consideran que, en la escuela de educación especial, establecen relaciones amistosas con los demás protagonistas; sin embargo, según las entrevistas a sus familias, en sus hogares las madres y padres no les permiten salir de sus casas, existe la sobreprotección y asistencialismo como una forma de salvaguardar su bienestar y así evitar burlas y posibles maltratos en las calles”, se plantea en el documento.
En este sentido, Castillo hace un llamado a los padres de familia a involucrarse en el proceso educativo.
Avances y pendientes
Castillo concluye además que se ha avanzado en el acceso a la educación de las personas con discapacidad, el Ministerio de Educación actúa a petición de la parte interesada sobre la garantía del acceso a los centros de estudio y no de manera oficiosa.
La discriminación se suma a otros obstáculos para las personas con discapacidad. “El rechazo, las expresiones y actitudes degradantes no solo están limitando el acceso a la educación, sino también el desarrollo personal”, indica.
Entre las recomendaciones destaca la necesidad de brindar capacitaciones, seminarios y talleres educativos.
Llama a promover en las escuelas la compresión de inclusión educativa. Destacando que se debe comprender que el foco de atención es el “contexto” y no el “alumno”, pues más importantes que las condiciones y características del alumno es la capacidad de las escuelas para acoger, valorar y responder a sus necesidades diversas. La inclusión no es un estado, sino un proceso y compromiso sostenido a favor de mejores condiciones y oportunidades para el alumnado.
En el caso de las escuelas privadas, recomienda crear un reglamento o estatuto que regulen su función, para poder asegurar el acceso y permanencia e integración del estudiante.
La defensa de los derechos de las personas con discapacidad es un tema incluido en los derechos humanos. Estadísticas presentadas por el Ministerio de Salud, mediante el programa Todos con Voz en el año 2009, reflejan que el 2.5 % de la población total tiene algún tipo de discapacidad, ocupando el 51 % las mujeres y el 49 % los hombres.