Organismos de derechos humanos a nivel nacional e internacional han denunciado que el gobierno de Daniel Ortega ha sido más cruel con las mujeres detenidas. En septiembre de 2020 el Tribunal de conciencia de la Fundación Arias recogió los testimonios de 11 mujeres, 10 de ellas habían sido víctimas de violaciones.
La investigadora Elvira Cuadra señaló que una de las principales características de la represión y de los instrumentos de vulneración con las personas privadas de libertad y defensoras de derechos humanos es el sesgo patriarcal.
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“Entre ese conjunto de acciones de represión y de dispositivos hay acciones y aparatos que están dirigidos especialmente a reprimir hacia las mujeres, no solo en términos políticos sino en función de reforzar poder patriarcales”, afirmó Cuadra en un conversatorio entre representantes de la sociedad civil y organismos internacionales.
Denuncias de familiares, organismos de derechos humanos y como se ha evidenciado en informes, hay un trato diferencial hacia las mujeres privadas de libertad. “Mujeres presas están expuestas a desnudos, sentadillas y tocamientos indebidos durante requisas periódicas en las celdas”, registró en el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, además de agregar existen otro tipo de violencia de género como es la violencia verbal instrumentalizando roles socialmente impuestos y acusarlas de ejercer su maternidad irresponsable por el abandono de sus hijos. “Preguntar sobre su orientación sexual, sobre si hombres les visitaban y con qué frecuencia en sus viviendas”, incluyó el informe.
“Las cuatro mujeres de Unamos; Suyén, Ana Margarita, Dora y Támara se encuentran en aislamiento total desde el primer día. Están en celdas en las que están solas, no se les permite hablar, no se les permite comunicarse de alguna manera. Suyén, Ana Margarita, Dora se encuentran en celdas de barrotes que por lo menos le permiten ver hacia afuera, a las personas que tienen enfrente. En el caso de Támara, está completamente aislada, tiene una puerta de hierro con una pequeña ventanilla por donde se le pasan los alimentos, pero no tiene ninguna interacción con nada de afuera que no sea sus interrogadores y su familia en las tres visitas que han tenido”, afirmó una persona cercana a estas lideres políticas.
Uno de las mayores situaciones de vulneración es el estado de Támara Dávila, comentó un familiar de la integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco “Se encuentra aislada, ha perdida 37 libras y se ve extremadamente delgada, aunque durante el tiempo de visita de la segunda visita y está ultima ha perdido menos peso”.
Igualmente, la grave preocupación de la familia de Dávila es la incomunicación que mantiene con su hija de 5 años “Támara dice que pide constantemente todos los días a todos los custodios y guardias que le permitan una llamada con su hija. Les pide a los altos mandos y todo el mundo, les pide y le responden que no. Como familiar nosotros le exigimos que se le respete mínimamente una llamada para que su hija sepa que está bien, pero se nos ha negado constantemente, aunque hemos llevado los papeles correspondientes”.
El Diario LA PRENSA, consultó con una abogada sobre las violaciones a los derechos a la hija de Támara Dávila. “Tanto la detención arbitraria de su madre como el impedimento que tenga contacto físico y virtual la niña con su madre vulnera el principio del Interés Superior de la infante que el Estado debe garantizar por cuanto la situación de alejamiento impide el desarrollo emocional, social y educativo eficaz para la menor”, afirmó la abogada que prefiere guardar su anonimato, añadiendo que Nicaragua está suscrita a la Convención sobre los Derechos del Niños, que en el art. 3 inciso uno afirma que “en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”.
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Mujeres están aisladas en las celdas
El trato penitenciario es desigual incluso en cuento a la distribución y compañerismos en las celdas, ya que como afirman los familiares de las presas ellas se encuentran de manera aisladas en comparación de que en la situación de los hombres se pueden encontrar hasta cuatro en una misma celda.
En el caso de Ana Margarita Vijil su familiar comentó que una de las mayores problemáticas es el frío, “ella siempre ha sido friolenta y el hecho que no le permitan frazadas o nada para cubrirse es muy preocupante y definitivamente ella nos confirmó que está sufriendo de muchísimo frío en las celdas”. El familiar comentó que una de la mamá de Vijil se encontraba en el hospital bajo una condición muy delicada el día que le tocaba visita a la líder opositora y su familia le tuvo que comentar “su mamá ingreso al hospital el día que nos informaron de la visita entonces su hermana solicitó el cambio de ingreso por su hermano en lugar de su mamá, pero el día de la visita no se lo permitieron entrar aunque le habíamos dicho del tema de la hospitalización y llevamos constancia, el día anterior nos habían dado autorización para que su hermano no le dejaron pasar”.
La socióloga Violeta Granera también se encuentra en una situación vulnerable, ya que recientemente se le cayó un puente dental lo que no ha aportado a su pérdida de peso. Su familia ha solicitado en diferentes ocasiones que le permitan acceder a una atención médica digna, sin embargo, esto ha sido rechazado siendo otra expresión de tortura, afirmaron sus cercanos.