El 2021 pasará a la historia como otro año de pérdida de libertades de los nicaragüenses. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) señala que en términos generales este 2021 en Nicaragua ha habido un deterioro y un ascenso progresivo en cuanto a violaciones de derechos humanos y que tiende cada vez más ha profundizarse. Las mayores víctimas este año de esta destrucción han sido los presos políticos y sus familiares, advierte.
El deterioro a los derechos humanos parte desde la destrucción de la institucionalidad, la censura a la libertad de prensa y expresión, encarcelamiento y asedio a la prensa independiente, la falta de acceso a la justicia, represión a los familiares de presos políticos, pero sobre todo- indica el organismo- quienes se han llevado la peor parte este 2021 han sido los presos político, donde el régimen de Daniel Ortega ha centrado “su odio”.
“A través de las redes sociales podemos visibilizar que las víctimas casi a diario de la represión son los familiares de los presos políticos o expresos políticos, pero, donde yo creo que está más centralizado el terror, el crimen elevado a su máxima expresión es en los presos políticos y me refiero a todos los presos políticos, tanto los que están en la Dirección de Auxilio Judicial (conocida como el nuevo Chipote), como en los sistemas Penitenciarios desde hace más de un año condenados o esperando juicios por delitos que jamás cometieron”, expresó la directora del Cenidh, Vilma Núñez.
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“Y que en su situación ha quedado en evidencia como la Fiscalía y el Poder Judicial, más que garantes de la justicia son instrumentos de la represión contra la libertad, el derecho a la presunción de inocencia, y todos los derechos que se les violan a los que están encarcelados injustamente con delitos inventados”. Además, “del constante terror que vive la gente”, añadió Núñez.
Nicaragua vive una crisis social, política, económica y de derechos humanos desde abril de 2018, a consecuencia de la represión gubernamental por las protestas sociales, que dejaron al menos 355 personas fallecidas, miles de heridos, exiliados y cientos de presos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ortega se está vengando de cada preso político
Para la directora del Cenidh, la represión recrudeció y se hizo más visible a partir de mayo de este año, cuando Ortega desató una cacería de opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales, y que desde entonces no ha parado los secuestros que ya suman 45 detenidos, y que a la vez engrosa la lista de otros 130 presos políticos que mantiene retenidos desde el 2018.
“No porque uno fue o sean más importantes que otros, sino por los niveles de crueldad, ensañamiento de odio perverso que se ha visto de manifiesto en los que están a partir del 28 de mayo presos en las cárceles del Chipote y los que están incomunicados en sus casas, como en el caso de Cristiana Chamorro, María Fernanda Flores, Jaime Arellano y Noel Vidaurre”, apuntó la defensora de derechos humanos, quien a la vez valoró que en cada hecho hay una razón personal que motivó a Ortega a su aprehensión.
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“En cada caso habría que preguntarse por qué los tienen presos, por ejemplo, por qué está presa María Fernanda si ella no es azul y blanco, ella no es partícipe de esta lucha, ella tenía sus propios posicionamientos, entonces, ella es víctima de otra situación”, dijo Núñez.
“Mi opinión es que a ella quien la tiene presa es Daniel Ortega con la María Haydée Osuna, ese el pago que le hace Daniel Ortega a la Haydée Osuna, para que le sirviera de títere en las elecciones y sea su aliada, no por eso (Flores) deja de ser víctima”, agregó.
Asimismo “se ha ensañado contra Cristiana Barrios, por qué empezó y recrudeció este nivel de represión. Hay que ver en el momento en que lo hace, en el momento en que Cristiana decide y anuncia que va a servir a Nicaragua y empieza a propugnar por la unidad de las candidaturas, en ese momento le entró terror a Daniel Ortega”, insistió.
Núñez argumenta que el terror que le tiene Ortega a Cristiana Chamorro Barrios es por lo que significa “la vergonzosa derrota en 1990, cuando perdió las elecciones ante doña Violeta Barrios (madre de Cristiana) y por eso decidió exterminarla políticamente”, y a la vez “exterminar todo lo que le traiga a recuerdo esa situación, por eso arremetió contra los trabajadores de la Fundación (FVBCH)”, dijo.
“Yo veo en cada hecho una motivación personal, este hombre no actúa como jefe de Estado, este no es un dictador cualquiera que reprime a una oposición, este está usando la dictadura como un método de venganza personal”, sostuvo la directora del Cenidh.
Contra las líderes de Unamos
El régimen mantiene encarcelados también a seis miembros de la organización política Unión Democrática Renovadora (Unamos) y disidentes sandinistas. Entre ellas a la exguerrillera sandinista Dora María Téllez; la abogada Andrea Margarita Vijil; la activista Tamara Dávila y Suyén Barahona, quienes se encuentran en la DAJ.
“Fíjate lo que está haciendo con las presas de Unamos, las tiene prácticamente incomunicadas y aisladas, una de las peores formas de tortura, pero por qué ensañarse tanto en ellas, porque precisamente les tiene odio, les tiene rabia porque ellas representan los ideales por los cuales alguna vez la gente creyó en él (Ortega) y él los traicionó”, señaló Núñez.
Por ello “él (Ortega) no quiere que la gente recuerde que tuvieron ideales en algún momento, entonces las quiere exterminar. Lo mismo pasa con todos los demás, a cada quien le cobra algo”, manifestó.
En el caso del politólogo José Antonio Peraza, según la directora del Cenidh, Ortega arremetió contra él, “por la precisión en el análisis de cuáles serían las condiciones para poder impulsar una reforma electoral viable, y así él tiene un motivo especial de odio y de venganza con cada quien”.
Presos políticos de la tercera edad en riegos
Por otro lado, la directora del Cenidh denunció que los presos políticos de la tercerda edad que padecen de efermedades crónicas se han llevado la por parte de la represión, ya que sus vidas se encuentran en riesgo por sus delicados estados de salud.
“Ese el sector de la población que se ha llevado la peor parte de la represión este año, y no solamente por lo que están sufriendo y la situación a la que están siendo sometidos, sino prácticamente porque están en riesgo de perder su vida, como es el caso del doctor Edgard Parrales, José Pallais, Nidia Barbosa y otros”, detalló.
Núñez también destacó que en el país nadie está seguro y que Ortega ha convertido el país en una “gran cárcel”. “No podemos dejar de mencionar que aquí en Nicaragua las demás personas no están tranquilas, prácticamente él ha convertido a Nicaragua en una cárcel, ha generado una situación de terror que tiene paralizada a la gente, nadie se atreve a salir del país, porque le quitan el pasaporte, violando el derecho a la libre circulación, pero además sembrando el miedo y esto no se sabe hasta cuándo va a seguir”, lamentó.
Demandan una navidad sin presos políticos
Es por todas las razones anteriores, que el Cenidh se sumó este lunes 20 de diciembre a la demanda de una “Navidad sin Presos Políticos”, que viene impulsando desde hace semanas distintas organizaciones opositoras y familiares de presos políticos.
“Esta navidad los nicaragüenses no queremos platos vacíos en nuestras mesas. Exigimos al régimen Ortega-Murillo libere de inmediato a las presas y presos políticos”, exigió el organismo desde sus redes sociales.
Para Núñez, Ortega mantiene a los presos políticos encarcelados “para mantener aterrorizada a la población, ha convertido a Nicaragua en un Estado terrorista, porque estas ya no son acciones dictatoriales, ya no son acciones de represión simple, son verdaderas acciones terroristas de un régimen que su objetivo es sembrar el terror”. “Nuestra demanda en este momento es que liberen a todos los presos políticos”, abogó.
Ortega busca un diálogo
La directora del Cenidh, considera que Ortega se niega a liberar a los presos políticos por se siente inseguro, por el rechazo generalizado y la abstención masiva en el malogrado proceso electoral de noviembre pasado, por lo que podría usar la libertad de las más de 160 personas privadas de libertad para negociar el próximo año, cuando el asume su “nuevo mandato”, pese al rechazo internacional.
“Él sabe que está siendo la persona más rechazada por el pueblo al que él traicionó y que no se manifiesta de otra manera porque él lo impide a la fuerza bruta que está representada por el Ejercito y la Policía, él no los va a liberar para negociar, pero es ahí donde hay que estar listos para no dejarse engañar, definitivamente no se puede pensar que haya un diálogo transparente con él. Ortega no es un interlocutor válido, él lo que está es ganando tiempo para seguir engañando a la opinión nacional e internacional”, dijo Núñez.
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Para el analista político Eliseo Núñez, Ortega “está iniciando un proceso en el que la ilegitimidad le cae básicamente encima”. Y a su juicio el tema de los presos políticos a Ortega se le convierte en un pasivo, “pero no por el hecho de que este o no consolidado (en el poder), sino por el hecho de que a estas alturas él no puede justificar eso (la detención de ellos) ni siquiera ante sus propias bases”.
Por lo que considera que “en los próximos meses vamos a ver a Ortega queriendo liberar a los preso políticos a cambio de algo, pero la verdad de las cosas yo soy de los que creo que los va a tener que liberar aunque no reciba nada a cambio”, opinó el analista.