Por quinta vez desde la detención, y por segunda ocasión en el año 2022 los familiares de los 40 líderes opositores pudieron ver a estos presos políticos detenidos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ). “Hacemos del conocimiento del pueblo de Nicaragua y de la comunidad internacional que pudimos ver a nuestros familiares entre el 21 y 23 de enero de este año”, inicia diciendo en comunicado publicado este 24 de enero.
Los familiares denuncian que se encuentran principalmente alarmados por la situación crítica de salud en la que se encuentran ciertos reos políticos y por la ausencia de falta de atención médica especializada. “Se siguen proporcionando medicamentos sin tener una evaluación médica especializada apropiada. En la mayoría de los casos no se ha admitido valoraciones y seguimiento médico externo o de especialistas, ni siquiera en los casos de condiciones preexistentes; ya han desarrollado otras afectaciones y sus vidas están en riesgo permanente”.
Además, también denuncian el deterioro físico y psicológico a los que están expuestos los reos debido a la “alimentación no balanceada, falta de acceso regular a luz solar y sobre todo el aislamiento e incomunicación”.
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Violaciones al debido proceso persisten
De igual manera, denuncian que no se ha respetado el debido proceso y sus tramitaciones han sido suspendidas de facto alegando carga laboral, vacaciones o “motivos de fuerza mayor”, sin justificación según afirman los familiares. “Aún no se les ha permitido reunirse con sus defensas técnicas y se continúan practicando interrogatorios en ausencia de sus abogados. Todas las peticiones presentadas por sus abogados son denegadas o no resueltas. Sus causas continúan sin aparecer reflejadas en el sistema del poder judicial con el objetivo de visibilizarles y mantener su indefensión”, detalla el comunicado.
Dentro de las violaciones al debido proceso, también señalan que se encuentran detenidos en la DAJ, que es un espacio de detención transitoria por lo que no cumple con los requisitos establecidos por las normas nacionales e internacionales para el tratamiento de los reclusos. “Consideramos que es un agravante a la falta de condiciones en las que se encuentran recluidos nuestros familiares”, remarcan los familiares.
Exigen fin del aislamiento
Luego de constatar el estado de salud de sus familiares exigen el fin del aislamiento al que están sometidas Tamara Dávila, Suyén Barahona, Dora María Téllez, Ana Margarita Vijil y Miguel Mendoza. Así como el cese inmediato de la reclusión en celdas de castigo de 2×2 en las que se encuentra Irving Larios, Miguel Mendoza, Róger Reyes y Yader Parajón, estas celdas son selladas sin la posibilidad de ver al exterior, sin ventilación y permanecen con las luces encendidas las 21 horas.
Además, hacen un llamado al respeto a sus derechos humanos, a la presunción de inocencia y al debido proceso. “Establecimiento de visitas periódicas de su defensa técnica en condiciones de privacidad, proporcionar las copias de los expedientes y reanudar su tramitación suspensos sin causa legal”, indican. De igual manera, el cese de interrogatorios con trato inhumano donde señalan que los llevan amarrados fuertemente con bridas en las manos, con la cabeza inclinada y sin presencia de su defensor.
“Reafirmamos nuestra profunda preocupación por las condiciones en que les mantienen y que están provocando daños irreversibles tanto físicos como psicológicos”, mencionan los familiares de presos políticos.
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