El diálogo de todas las partes es fundamental para lograr la justicia transicional y no debe ser visto como un proceso de revancha, sino como un proceso de justicia. Afirman diferentes especialistas que participaron en el panel Memoria histórica en los procesos de verdad y justicia, organizado por el Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua Nunca +.
El panel se realizó en el marco del Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y la Dignidad de las Víctimas,
Alexandro Álvarez Alarcón, excoordinador del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aclaró que la “memoria no es lo que ocurrió de manera literal, sino la manera en que las comunidades procesan lo que ocurrió”.
“En contextos de crisis como la que ocurre en Nicaragua existe una narrativa establecida por quienes ostentan el poder que pretende establecer la verdad histórica de una manera unilateral, negando por lo tanto lo que supone el establecimiento de la verdad, que supone la conjugación de los distintos relatos sobre lo que ocurrió”, afirmó Álvarez.
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Indicó que para lograr la justicia transicional se requiere del relato y la narrativa de las víctimas, y en este caso mencionó que hay todo un “repertorio represivo” en Nicaragua que incluye prisión arbitraria y más de 350 ejecuciones extrajudiciales.
“El repertorio represivo no termina ahí, sabemos que en Nicaragua de manera indiscutida desde abril en adelante ha existido una represión sistemática y generalizada para el ejercicio de los derechos civiles y políticos, tales como la libertad de expresión, de reunión, derecho de asociación”, indicó.
Añadió que se ha afectado de manera fundamental el derecho a defender derechos y para lograr la justicia transicional y construir las garantías de no repetición no se debe ver la justicia transicional como “revancha”, sino como “procesos de justicia”.
Por su parte, Miguel Martínez, historiador y consultor social, fortaleció esta idea y comentó que en la memoria histórica es “la memoria es contra la revancha, contra la venganza, es por la justicia”.
Procesos de justicia, verdad y memoria que quedaron incompletos
Gloria Carrión, documentalista e investigadora, plantea que la posguerra en Nicaragua continúa muy viva y que es un proceso “inacabado”. “Los procesos de justicia, verdad y memoria quedaron incompletos en Nicaragua y como resultado alargó la sombra de la guerra”, afirma.
Como consecuencia, plantea que está presente el espectro de la guerra y la violencia. “Nicaragua es una sociedad profundamente violenta, desigual, que vive distintos matices de la violencia: estructural, física, simbólica, política”, explica.
Manifiesta que los procesos de memoria son importantes porque: “Quienes somos tiene mucho que ver con quienes fuimos, pero sobre todo con quienes queremos ser”.
En tanto, Lea Bolt, internacionalista y activista, indica que en los procesos de justicia transicional y memoria se debe poner en el centro de la escena a las víctimas, a las personas que han sufrido de forma directa la violencia estatal. “Recordar cuáles han sido las violaciones a los derechos humanos que han sufrido”.
“Necesitamos trabajar en una memoria de largo plazo, que nos permita que abril no sea una historia más, sino que sea algo que ha atravesado y ha sido una consecuencia de muchas memorias y verdades que no habían sido visibilizadas”, remarca Bolt.
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