“En Nicaragua estamos todos presos”, “Nicaragua en sí es una gran cárcel”, son algunas de las declaraciones dadas en el contexto de las detenciones arbitrarias de los últimos cuatro años. Como en las cárceles hay quienes desean salir y no se les permite y hay quienes desean entrar para ver a sus seres queridos y se les impide, están en juego la libertad, el sentimiento de pertenencia y poder decidir dónde desarrollar un proyecto de vida.
“A la comunidad internacional les pedimos, como familiares de un preso político, que mantengan sus ojos puestos en Nicaragua, porque en Nicaragua estamos todos presos”, indicó Renata Holmann en un artículo de opinión, haciendo referencia a su padre Juan Lorenzo Holmann, gerente general de LA PRENSA. Mientras Victoria Cárdenas, esposa de Félix Maradiaga, ha planteado que “Nicaragua en sí es una gran cárcel”.
Ellos son parte de los más de 181 presos políticos en Nicaragua, de acuerdo con el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, pero del otro lado de la cárcel llamada Nicaragua están los que debieron irse y no pueden regresar. Solamente en Costa Rica se calcula que hay más de 150 mil exiliados desde 2018, cuando inició la crisis sociopolítica nicaragüense.
Gonzalo Carrión, abogado del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, indicó que con las personas exiliadas se violentan sus derechos a estar en el país que los vio nacer y atenta contra el proyecto de vida.
“Comenzamos por el derecho a la vida, a la libertad, la combinación de ambos derechos, son esenciales de los derechos humanos y de la vida misma. No solo el privar de la vida por el hecho de matar, perdés calidad de vida, nivel de vida cuando en Nicaragua a una persona o a una familia le afectás su proyecto de vida”, explicó Carrión.
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Al hablar del proyecto de vida, Carrión hace referencia a la casa que se compra o en la que se invierte, el lugar donde construimos, la vida que se desarrolla en sociedad, comunidad, parientes, amigos, vecinos. Por lo cual comentó que a partir de la nacionalidad se inicia con este proyecto de vida. “A partir de la nacionalidad tenés tus papeles para el desarrollo de todos estos ámbitos de la vida”.
Comentó que hay casos como los de Xóchitl Tapia y Salvador Espinoza, de Saxo Producciones, quienes viajaron con su pasaporte y otros que aunque tienen su documento no pueden viajar y deben migrar de forma irregular.
“Destierro con pasaporte”
“Desterrados, y jurídica e institucionalmente una barbarie porque no tiene fundamento jurídico eso. Los que salen sin pasaporte eso ya es un agravante. Cuánta gente en Nicaragua tiene pasaporte y debe salir de forma irregular, un desplazamiento forzado que tiene riesgos. Un destierro con pasaporte”, refirió Carrión sobre estos casos.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + condenó las violaciones al derecho universal de nacionalidad, libertad individual, residencia y circular libremente dentro y fuera del territorio nicaragüense, por parte del régimen Ortega Murillo, en el contexto de la sistemática persecución y crímenes de lesa humanidad contra la ciudadanía que a partir de abril de 2018 reclama sus derechos humanos a vivir en libertad, democracia y justicia.
“El Colectivo tiene conocimiento que personas de diversos sectores han sido despojadas de sus pasaportes en aeropuertos y puestos fronterizos; a otras se les ha negado el trámite o renovación del documento de circulación dentro y fuera del país, así como tramitar el permiso de salida para que sus hijos e hijas viajen. En otros casos les han impedido el ingreso al país, como al señor Lesther Javier Alemán, padre del preso político Lesther Alemán; así como a Carlos Luis Mejía, integrante de la agrupación La Cuneta, quien recientemente fue impedido de entrar a Nicaragua. No omitimos mencionar que este impedimento de ingresos a nicaragüenses se agravó en el contexto de la pandemia, cuando el Estado impidió el ingreso de 500 nicaragüenses por más de una semana, sometiéndolos a condiciones inhumanas e insalubres”, se lee en un pronunciamiento del Colectivo.
Sobre estas expulsiones de personas y forzamiento a abandonar el país el Colectivo indica que “las categorías o condición jurídica migratoria de rechazo, la deportación o expulsión de nuestro territorio no es aplicable a los nicaragüenses y en caso de nacionalidad adquirida, tampoco procede sin el estricto cumplimiento de nuestra Constitución Política, instrumentos internacionales de derechos humanos y la Ley General de Migración y Extranjería que obligan al Estado a un legal y debido proceso administrativo
con todas las garantías constitucionales y de derechos humanos, para justificar razonablemente la pérdida de la condición de nicaragüense por nacionalización”.
El artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece la obligación de los Estados en dejar ingresar o salir libremente del país Y entre otras disposiciones constitucionales violentadas señalan las contenidas en los artículos 20, 21, 22, 25, 27, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 36, 45, 46 de la Constitución Política de Nicaragua.
“El Estado de Nicaragua sigue en abierto incumplimiento a sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, violentando con esta acción el derecho de circulación y residencia, derecho a la propiedad, al trabajo, la nacionalidad, libertad personal, integridad, proyecto de vida y derechos conexos”, remarca el Colectivo.
Carrión recuerda que la libertad incluye el poder tomar decisiones. “La libertad en todo el sentido de la palabra, asociada a la vida, la vida sin libertad va perdiendo sentido. En Nicaragua los instrumentos jurídicos están vaciados de contenido, en el sentido del despojo. Solo en Costa Rica van más de 150 mil exiliados y se calcula es la mitad de lo que ha salido a diferentes partes. Hablamos de 300 mil nicaragüenses que se han desplazado. En menos de cuatro años”, dijo.
“Definitivamente han atentado contra el proyecto de vida de todo un pueblo o de la gran mayoría del pueblo y de cada familia de esos miles que se han exiliado. Las familias con la angustia de qué hacemos con los niños pequeños, porque la seguridad es salvarlos a todos”, agregó Carrión.