Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga, José Adán Aguerri y Violeta Granera cumplen hoy 365 días en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como el nuevo Chipote, donde el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo encarcela a sus opositores.
Victoria Cárdenas, esposa de Juan Sebastián Chamorro, habla de cómo es él, con quien lleva 24 años de matrimonio.
Juan Sebastián Chamorro fue el primer novio de Cárdenas, se conocieron en San Juan del Sur, fueron novios por ocho años y desde entonces han estado juntos apoyándose el uno al otro.
“Yo siempre he tratado de apoyarlo, él siempre ha tenido inquietudes por el desarrollo de Nicaragua. Siempre ha trabajado por la educación, por el progreso en los diferentes trabajos que ha tenido, es una persona apasionada, en lo que se mete lo hace con todas las ganas. Es una persona curiosa, le encanta aprender, le encanta la historia; le encanta la vela, le encanta navegar en el Lago de Nicaragua, es una persona alegre, bromista, sincera, familiar, honesto”, lo describe Cárdenas.
Chamorro —al igual que han manifestado Walter Gómez y Marcos Fletes— considera a su hija “los ojos de su cara”. “Tenemos una niña, que ya es una mujer de 19 años. Mi hija nació cuando estábamos estudiando. Yo me iba a mi maestría y él a su doctorado. Nos cambió la vida, ella es los ojos de su papá. Juan se ve en ella. Cada logro, cada paso que ella va dando, para él es un logro propio”, dice Cárdenas.
La apuesta por la educación
Chamorro siempre creyó en la educación y a su hija le inculcó que esa es la vía para el desarrollo. “Siempre hablamos como familia y él ha enfatizado que lo que le dejaremos a nuestra hija es su educación”, relata Cárdenas.
La hija de Juan Sebastián Chamorro se graduó en un colegio en Nicaragua, pocos días antes del “secuestro” de su padre el 8 de junio, cuando fue capturado sin orden judicial.
La joven no quería salir de Nicaragua para no abandonar a su papá, pero en ese momento Cárdenas le recordó que su papá querría que ella continuara sus estudios, aunque fuera en otro país, porque él siempre ha luchado para darle a ella un futuro, un mejor porvenir.
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“En muchos videos él mencionaba que estaba haciendo esta lucha pacífica para que su hija pudiera vivir en un país con desarrollo, en paz y con democracia”, expresa Cárdenas.
Añade que Chamorro “cree en la educación como mecanismo para que el ser humano salga adelante, para que puedan aportar, desarrollarse en un país y eso crea riqueza y avance”.
Chamorro jugó frontón y poco antes de ser capturado corría entre 8 y 10 kilómetros diarios. Su pasión era la vela y navegar por el Lago de Nicaragua.
Cárdenas indica que su esposo cree tanto en Nicaragua que estuvo anuente a correr las consecuencias de estar preso, porque cree que no hay que ser indiferente ante la realidad que estamos viviendo y uno debe ser parte del cambio, un cambio por el que él mismo apostó.
“Él repetía muchas veces que quería un cambio pacífico para que fuera un cambio permanente y duradero. Él y yo solo salimos de Nicaragua para estudiar, después siempre volvimos a Nicaragua, amamos nuestro país, creemos en nuestro país y amamos su gente y tenemos allá nuestra familia, nuestras amistades y para mí fue tan duro, primero que se llevaran a mi esposo de esa manera. Quedé tan traumada, sentí que violaron mi hogar que yo no pude volver a mi casa, yo dije que no iba a volver a mi casa si no estaba Juan. Salí con mi hija de Nicaragua para que pudiera seguir con sus estudios y al yo denunciar y exigir la libertad de mi esposo que es inocente fui además acusada de traición a la patria”, detalla Cárdenas.
Agrega que no ver a su esposo, no volver a su país, es la muestra de cómo el Gobierno “fragmenta familias”, así como el obligar a los nicaragüenses irse al exilio. “No solo es la fractura familiar, es además salir adelante en un país que no conocés, que nunca has vivido de una manera permanente y con las dificultades que implica haber salido como salimos, entonces esto es sumamente duro, además con la preocupación de tenerlo a él preso se me ha hecho muy difícil poder dedicarme a mí para salir adelante. Me he dedicado a sacar adelante a mi hija y a denunciar lo que le está pasando para que él esté libre”, dice.
Cárdenas indicó que Nicaragua saldrá adelante con fe, esperanza y lucha. Ella es una de las nicaragüenses que desde el exterior aboga por la liberación de los 183 presos políticos.