Samantha Padilla Jirón cumple hoy 220 días privada de libertad. Fue capturada el 8 de noviembre de 2021 por personas vestidas de civil sin una orden judicial. Se encuentra en el Sistema Penitenciario de Mujeres La Esperanza. Aunque recibe visitas cada 21 días, tiene un trato “diferenciado”, según reportan familiares. No la dejan salir al patio y le controlan lo que puede o no recibir en la celda.
Fue condenada a ocho años de prisión por el supuesto delito de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional en perjuicio del Estado de Nicaragua” y haber realizado “propagación de noticias falsas”. Además, el juez Melvin Vargas le impuso una multa de 30,000 córdobas.
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La Fiscalía de Nicaragua presentó como pruebas varias conversaciones en WhatsApp que extrajeron de su teléfono, “incluso mensajes que tuvo conmigo”, comentó su mamá, y dos videos donde ella brinda entrevistas sobre la situación política y sanitaria que vive el país.
Padilla, de 22 años, es la presa política más joven del régimen de Ortega, fue acusada por el Ministerio Público pocos días después de su detención donde «la sociedad nicaragüense y el Estado de Nicaragua» aparecen como las víctimas de sus presuntos delitos.
Padilla Jirón ha solicitado materiales de lectura que le han sido negados, así como tintes para su cabello, dejando en evidencia que recibe un trato diferente al de otras presas en La Esperanza, por ejemplo ella no puede salir al patio, debe estar en una celda que se pone muy caliente de día y muy fría de noche.