Familiares del cronista deportivo Miguel Mendoza, representantes de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) y de organizaciones de derechos humanos presentaron un retrato hablado del preso político que muestran una pérdida de peso y deterioro en su salud.
El retrato hablado fue elaborado con la descripción de los familiares que han podido verlo y el apoyo de Sé Humano.
Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), destacó que la detención de Mendoza es una violación a la libertad de expresión, porque fue detenido por dar su opinión.
“Un periodista que en el ejercicio de sus funciones fue prácticamente silenciada su voz por la severa persecución que se vive en nuestro país ha sido muy alentador y una forma de mantener su presencia y su beligerancia y su actividad en el ámbito nacional e internacional el ejemplo de persistencia y
solidaridad familiar”, afirmó.
Remarcó que Mendoza fue prácticamente “secuestrado” dentro de “los centros de tortura”. “Yo ya no les llamo ni siquiera cárceles a las cárceles de Nicaragua y específicamente el Chipote. A una persona que se le incomunica, se aísla, se mantiene encerrado, lo que más necesita es comunicarse, expresarse. Cómo puede ser más grave esta situación para una persona que esa es su forma de ser, su necesidad de vida, su
experiencia”, afirmó.
Núñez comentó que la pérdida de peso de los presos políticos muestra el “uso de la comida como un arma de guerra”.
Pedro Vaca, relator de la Libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, explicó que las condiciones en que se encuentran los presos políticos no cumplen con las leyes internacionales y puso como ejemplo el tema de las pocas horas con periodicidad incierta de las visitas.
Asimismo, hizo referencia a la “exposición” que hacen de los presos políticos que si bien aporta información visual de cómo se encuentran son exposiciones de forma no voluntaria.
“Queremos a Miguel Mendoza y a todas las personas presas políticas en libertad y con plenas garantías para expresar su pensamiento y con autoridades que respeten el disenso en una sociedad que debe aspirar y debe seguir aspirando a ser democrática”, afirmó Vaca.
Señaló que el deterioro que presenta el cronista deportivo y los demás presos políticos tiene “responsables”. “Esas responsabilidades tendrán que esclarecerse porque ninguna persona en el marco de los estándares de derechos humanos debe ser sometida a un proceso de deterioro tan drástico por cuenta de pensar distinto”, dijo.
Por su parte Érika Guevara Rosas directora para las Américas de Amnistía Internacional, el pueblo nicaragüense está siendo sometido a “políticas de represión que violentan la posibilidad de ejercer
derechos humanos a todo nivel en donde día a día se violan derechos como la libertad de expresión, de asamblea pacífica, los derechos económicos, sociales y culturales de un pueblo que hoy no tiene espacio para disentir, para exigir la rendición de cuentas de sus autoridades y un pueblo que está sometido al sufrimiento de ver a las personas que están sometidas arbitrariamente por motivos de políticos en condiciones de deterioro constante en donde el maltrato y que pudiese constituir tortura es parte de esta política de represión”.”Nicaragua tiene que seguir bajo los ojos del mundo, la comunidad internacional tiene una responsabilidad de escrutinio y de exigir el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos por parte de Nicaragua”, remarcó Guevara.