El 28 de mayo de 2021, con la detención de Walter Gómez y Marcos Fletes, extrabajadores de la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, inició una serie de secuestros que incluyó a exprecandidatos presidenciales, exdiplomáticos, opositores, defensores de derechos humanos, empresarios, periodistas, líderes estudiantiles y campesinos, sacerdotes, entre otros, los que ahora conforman los más de 200 presos políticos.
El último informe del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas reporta un conteo de 205 reos políticos en diferentes sistemas penitenciarios y en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como el Chipote.
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Gómez y Fletes fueron los primeros en ser secuestrados en la escalada de detenciones que sumó más de 50 presos políticos, entre el 28 de mayo de 2021 y la actualidad.
Ambos fueron condenados a 13 años de prisión: dos por el delito de falsificación ideológica; dos, por gestión abusiva, más la inhabilitación para ejercer sus profesiones por ese mismo periodo; cuatro años y 300 días multa por supuesta apropiación indebida y cinco años por lavado de dinero, más la multa de tres veces el monto del supuesto lavado.
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