Reaparecido. En los años noventa la plaga del gusano barrenador fue combatida y erradicada desde México hasta Panamá. A Nicaragua la declararon libre de este gusano en 1999; sin embargo, a mediados de 2023 Panamá y Costa Rica reportaron casos, lo que puso en alerta a la región. A comienzos de abril de 2024 Nicaragua declaró una alerta sanitaria nacional y estableció áreas en cuarentena oficial. Actualmente el gusano está en toda Centroamérica, con excepción de El Salvador, que hasta el momento no ha reportado casos.
Mosca. El nombre científico del Gusano Barrenador del Ganado (GBG) es Cochliomyia hominivorax. Se trata de una mosca que coloca sus huevos en ojos, nariz, boca, genitales o heridas abiertas de animales de sangre caliente, comúnmente ganado. Cuando los huevecillos se convierten en larvas, estas barrenan o perforan los tejidos sanos del huésped. La lesión puede hacerse más grande y profunda a medida que las larvas nacen y carcomen el tejido, alcanzando en casos severos los órganos internos. Históricamente este parásito se ha distribuido en las regiones tropicales y subtropicales de las Américas. En la actualidad países como Brasil, Argentina y Venezuela lo presentan de forma endémica.
Mortal. Los huéspedes del gusano barrenador experimentan fuertes dolores, comezón, enrojecimiento, protuberancias en la piel o heridas que supuran. Si un caso no es atendido a tiempo, las infecciones y heridas que producen los gusanos pueden llegar a ser letales.
Humanos. Los gusanos barrenadores se hospedan principalmente en ganado bovino, ovejas y cabras, pero pueden afectar a nuestras mascotas (perros, gatos, conejos, pájaros, etcétera) e incluso a los seres humanos. Aunque en Nicaragua hay poca información oficial disponible, se sabe de al menos dos personas infectadas. A una de ellas le sacaron 102 larvas de un oído y a otra le extrajeron larvas de la nariz. Los países centroamericanos afectados reportan unas 79 personas infectadas y al menos dos muertas (en Costa Rica) por esta enfermedad.
Miasis. Es el nombre de la enfermedad parasitaria causada por las larvas de la Cochliomyia hominivorax y otras especies de moscas. Tener miasis no significa estar condenado a muerte, pero es imprescindible tratarla a tiempo para que la gusanera no avance y cerrar la puerta a otras bacterias que puedan comprometer la salud.
Vulnerables. Aunque todos somos potenciales huéspedes, son más vulnerables las personas que viven en zonas rurales o donde se cría ganado, en particular quienes trabajan directamente en la ganadería. También están en riesgo las personas que tienen llagas o heridas abiertas, por pequeñas que sean. Son especialmente vulnerables los pacientes inmunodeprimidos o que se encuentran en cama, los niños pequeños, los ancianos y las personas con cuadros de desnutrición.
Reproducción. Una mosca hembra puede depositar entre 200 y 300 huevos a la vez y podría poner hasta 3 mil huevos a lo largo de su vida de entre 10 y 30 días. Luego de unos 7 días alimentándose de su huésped, las larvas caen al suelo, se meten en la tierra y se convierten en pupas. La mosca adulta del gusano barrenador emerge de la tierra después de 7 a 54 días, dependiendo de la temperatura y la humedad.
Machos estériles. Las moscas hembra se aparean solo una vez en su vida. Debido a esto, uno de los mecanismos que se utilizan para frenar su propagación es el de esparcir machos estériles. La Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg) produce masivamente estas moscas macho y las libera en zonas estratégicas. Hasta el 19 de octubre de este año la Copeg produjo 89 millones de pupas y realizó 18 vuelos semanales para esparcirlas en los países afectados. Sin embargo, la rápida propagación de la plaga podría ser un indicador de que el método ya no es tan efectivo.
Pérdidas. Se estima que el resurgimiento del gusano barrenador causará pérdidas de al menos 150 millones de dólares anuales a la ganadería centroamericana, un cálculo realizado por el Programa Centroamericano de Maestría en Entomología. Los ganaderos no solo deben asumir el costo del tratamiento y la prevención de la plaga, también sufren pérdidas por la baja en la producción de leche y carne.
Prevención. Tener una buena higiene personal y mantener limpia cualquier herida son medidas elementales para la prevención de la miasis por gusano barrenador. De igual manera, es importante revisar a las mascotas y otros animales de la casa para asegurarse de que no estén infestados. Acuda inmediatamente a un centro hospitalario si observa alguna señal de miasis.