A medida que la tecnología avanza, los menores de edad acceden cada vez más temprano al uso de las redes sociales. Si bien esto es algo inevitable y también permite la socialización de los menores con sus grupos etarios ―lo cual fue particularmente útil durante la pandemia de covid-19―, especialistas consultados aseguran que los padres de familia y los maestros deben sumar esfuerzos para velar por el buen uso de las redes por parte de los menores.
«El problema del acceso de los niños y las niñas a las redes sociales es complejo porque son una forma de socialización ineludible. Todos nos comunicamos a través de las redes sociales, conocemos lo que pasa en el mundo y obtenemos información valiosa», expresó la socióloga y feminista nicaragüense, María Teresa Blandón.
En algunas ocasiones, los padres y tutores pueden sentir que el uso de las redes sociales por parte de sus hijos «se les escapa de las manos». Sin embargo, la comunicación, las estrategias de monitoreo y la educación en temas digitales pueden ser herramientas esenciales para que los menores accedan a internet de forma segura.
Mantener la comunicación con los menores
La psicóloga Beatriz Cardoza Encinas explicó a LA PRENSA que una de las principales recomendaciones para el uso de la tecnología y redes sociales entre menores de edad es mantener una comunicación fluida entre padres e hijos.
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«Por ejemplo, se debe tener en cuenta cómo mantener la privacidad, tener cuidado en no compartir información personal, el mantenerse bajo los mismos valores de respeto que cuando estamos cara a cara con las personas, explicarles sobre el ciberbullying y asegurarse de que el contenido que consumen sea apropiado a su edad», dijo Cardoza a LA PRENSA.
El tiempo de uso de las redes y la tecnología
Tanto Cardoza como Blandón coincidieron en que otro factor vital es el tiempo que destinan los menores al uso de las tecnologías y la interacción en redes sociales. Según Cardoza, este debe variar según la edad de quien lo utiliza, considerando que los niños menores de tres años no deberían tener acceso a dispositivos electrónicos por las implicaciones negativas que puede tener en su salud física y mental.
«Al establecer los tiempos y horarios para el uso de pantallas, debemos cuidar que estas no limiten a los niños, niñas y adolescentes de realizar actividades físicas, actividades familiares o que interfieran en sus hábitos de sueño», dijo Cardoza.
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Blandón, por su parte, aconsejó que la socialización a través de redes sociales no debe sustituir las relaciones personales de los niños, niñas y adolescentes.
Las edades mínimas de las redes sociales
Según Cardoza, los niños en edad escolar pueden utilizar las redes con supervisión de sus padres, quienes deben asegurarse de que el niño o adolescente que acceda a redes sociales tenga información sobre cómo cuidarse y esté monitoreado por un adulto responsable de su cuidado.
Las redes sociales como Facebook establecen que la edad mínima para crear una cuenta es de 13 años, al igual que TikTok, Instagram y X. No obstante, es común ver cuentas de menores de 13 años que colocan información falsa sobre su edad para que la plataforma los acepte.
Se debe tener cuidado con delincuentes en redes sociales
Aunque en países como Nicaragua no existen datos oficiales sobre denuncias de acoso a menores a través de redes sociales, explotación sexual o pornografía infantil, Blandón expresó que esta es una «de las caras perversas» de la tecnología y que para enfrentarla, los padres de familia deben también contar con apoyo de las escuelas.
«Los padres, las madres y también los tutores, las y los docentes tienen una responsabilidad. Es imposible que solo las madres y los padres puedan regular esto porque muchas veces no tienen información adecuada. Si las madres y los padres son personas de escasos recursos y aunque no lo sean, no pueden estar todo el tiempo al cuidado de su criatura. Por ejemplo, una madre que trabaja diez horas en una zona franca no puede. La escuela tiene que jugar un papel relevante», refirió.
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Entre los delincuentes en redes sociales se encuentran los «groomers», que son personas adultas que implementan una serie de estrategias para ganarse la confianza del niño a través de internet, adquiriendo control y poder sobre el menor. En muchas ocasiones, esto desemboca en abuso sexual.
Adicionalmente, especialistas recomiendan disminuir el uso de las redes en menores de edad, comprobar el historial de páginas que visitan y explicarles los riesgos.
¿Qué se establece en Nicaragua?
La polémica Ley Especial de Ciberdelitos ―cuestionada por disidentes por ser una herramienta de censura― establece en su artículo 32 que toda persona mayor de 18 años que haga propuestas implícitas o explícitas a menores de 16 años o personas con discapacidad para sostener encuentros de carácter sexual o erótico o la producción de pornografía se le impondrá una pena de uno a tres años.
También establece que el acoso sexual (incluyendo a los menores de 16 años) tendrá una pena de dos a cuatro años de prisión.