Todos los hombres eran iguales ante la ley a fines del siglo XVIII. Ese era el principio. Ya sabemos que los negros, las mujeres, los analfabetos, y quienes carecían de propiedades, no estaban incluidos
Julio Estrada Galo
República Dominicana: elecciones y corrupción
La notable calificación que obtienen los dominicanos, a mi juicio, no es ajena a la labor de la Junta Central Electoral de ese país
La verdad “oficial” no sirve para nada
Es una lástima que no hayan entendido el mensaje de la transición: lo que importa es el futuro. La “verdad oficial” estorba. No sirve para nada.
Por qué Cuba y Venezuela deben importarnos
Cubazuela, como les llaman a los dos países en la jerga política del vecindario, han derivado al delito para sostener su precario poder.
Trump y los disturbios
El reclamo del actual secretario de Defensa, Mark Esper a su jefe Donald Trump era mucho más concreto: le advertía, públicamente, que no estaba de acuerdo con utilizar las tropas del ejército regular para enfrentarlas a los desórdenes generalizados que sufría el país
Fauda
No hay forma humana que árabes e israelíes lleguen a acuerdos razonables. Mientras los palestinos sueñen con echar a los judíos al mar, eso no es posible.
Los que no figuran en la “Internacional Progresista”
Había que ser un imbécil redomado o un obtuso dogmático para no advertir el contraste entre las dos Alemanias o las dos Coreas.
Donald Trump y Herbert Hoover
Fue contraproducente. Dio inicio a una guerra internacional de tarifas. Era el ciclo de las “vacas flacas”, como dice la Biblia, y no es nada fácil enfrentarse a estos periodos.
Los pobres cubanos
Luego vino el engaño de Donald Trump. Quien había prometido liquidar inmediatamente todos los decretos presidenciales de su predecesor Barack Obama, se cuidó mucho de mantener vigente la cancelación de “pies secos, pies mojados”.
China y las conspiraciones
La idea de que el régimen de partido único le da fortaleza al sistema es absurda. El partido único debilita el sistema. Lo hicieron en Taiwán, cuando el Kuomintang dejó de ser la única fuerza del país, y volverán a hacerlo en “mainland China”, cuando se presente la oportunidad