Volviendo a la misión diplomática de Corea y Darío en el Brasil, Edelberto Torres (1899-1994) me refirió que a Corea le roía las entrañas una envidia nacida espontáneamente contra Rubén, quien disimulando la situación callaba
Glenda Mccoy
Rigoberto Cabezas: periodista de fuste
A inicios de 1884 había surgido la empresa que financiaría en Granada la primera expresión del diarismo en el país: Diario de Nicaragua. Aparecido el 1 de marzo de 1884 bajo la codirección de Anselmo H. Rivas (Masaya, 3 de noviembre, 1826-Granada, 7 de mayo, 1904) y Rigoberto Cabezas (Cartago, Costa Rica, 1860-Masaya, 1896), a […]
El Arte del Cine en LA PRENSA
A raíz de la fracasada rebelión de Abril del 54, autollamada “Operación 3S” —aludiendo al plan de eliminar a Somoza García y a sus dos hijos—, LA PRENSA fue sometida a censura implacable
Ofrenda a don Bayardo Cuadra
Magnífico traductor del inglés al español, Cuadra Moreno lo demostró no solo como narrador de las grandes ligas beisboleras de los Estados Unidos, en las cuales era experto
El bellaco rubio
El título define al candidato derrotado en las recientes elecciones de EE.UU. como bellaco: vocablo que, según el Diccionario de Autoridades (1726) de la Real Academia Española, tenía (y aún la conserva) dos acepciones.
Un prominente ciudadano
Tutifruti era un notable ciudadano. No hacía mal a nadie, pero en términos de práctica sexual la gente lo identificaba como rechivuelta
Errorcillos históricos
Dos errorcillos más estampa el ingeniero Kühl: atribuir al “general” José María Valle la autoría intelectual del asesinato de Trinidad Muñoz, jefe militar de los leoneses, el 18 de agosto de 1855
Darío y el modelo de Muhammad Alí
Darío defendió en su crónica a Johnson, considerado uno de los veinte mejores boxeadores de todos los tiempos
El poeta Cardenal y la conjura del 54
En cuanto al hecho de eliminar físicamente a Somoza García, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal no estaba de acuerdo
Carlos Mántica: lingüista y teólogo
En otras oportunidades reconocí en Mántica al primer estudioso a fondo de nuestra farsa indohispana del siglo XVIII: El Güegüense