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(LA PRENSA/Diana nivia)

Pamuk: historias de azar

Un libro que una mujer abandona al azar en la mesa de un café es el punto de partida de esta novela, concebida como un viaje exterior e interior en el que Osman, el protagonista, recorre su propia existencia, una existencia que, desde la lectura del libro, no volverá a ser la misma. Una historia […]

Un libro que una mujer abandona al azar en la mesa de un café es el punto de partida de esta novela, concebida como un viaje exterior e interior en el que Osman, el protagonista, recorre su propia existencia, una existencia que, desde la lectura del libro, no volverá a ser la misma.

Una historia que nos aporta la creatividad y la visión de un hombre de hoy que vive y escribe en la frontera de dos mundos: Occidente y el Islam.

Hasta el inesperado momento en que abrió el libro, la vida de Osman se reducía a asistir a clase de Ingeniería y regresar a la casa que compartía con su madre. La lectura y un tiroteo en las calles nevadas de Estambul convirtieron al joven héroe en un viajero nocturno cuya existencia nunca volvió a ser la misma.

Osman recorre un inmenso país acompañado de una mujer que, por azar, dejó el libro sobre la mesa de un café. Una mujer que ama a otro hombre. El mismo a quien están buscando, el único que comprende el poder del libro.

En La Vida Nueva, se abren compuertas desconocidas, pasadizos abruptos entre las nebulosas calles del miedo, dislocaciones de lo usual.

La rutina de la vida de un estudiante de ingeniería se trastoca y se relaciona de manera inesperada con la lectura de un libro y un encuentro a balazos en las níveas y congeladas calles de Estambul. Osman es el protagonista de esta novela convertido en peregrino de la noche, pesador de las sombras. ¿Qué hay en ese libro que está escrito con códigos de misterio?

Dentro de sus páginas podemos encontrar las más variadas, las más diversas formas para expresar la ambición y la afectación, como son el arte, el amor, el poder, la religión. Cada una de estas vertientes existenciales, naturales unas, artificiales otras, necesitan de la interioridad psicológica para nutrirse y en ese escondrijo, en esa oscuridad donde también habitan los vicios, se esconde precisamente ese ogro ruidoso e infantil que es el yo.

El autor de La Vida Nueva, Orhan Pamuk es un escritor nacido en Estambul, la ciudad más grande de Turquía. La megalópolis, conocida hace siglos como Bizancio (siglo V) y Constantinopla (hasta 1453) es la casa de más de diez millones de personas. Poseedora de una rica tradición Estambul o Istanbul, la metrópolis recibe influencias incesantes desde ángulos muy diversos de Europa y de Asia. Puente obligado ha sido objetivo y botín, imperio y sultanato. Los turcos llamaban a la ciudad Stanbul, alteración de la frase en idioma griego: is-tan-polís (ir a la ciudad).

Pamuk tuvo inicios académicos en arquitectura, carrera que dejó inconclusa porque de pronto le acometió el prurito de la literatura, herramienta filosa, diamantina y sutil con la que dirá su verdad y denunciará lo que a sus ojos parezcan atropellos y quebrantamientos de los espacios de los demás, de los derechos de las minorías.

Se inicia en estos avatares a finales de la década número setenta del ya hecho humo siglo veinte, aunque su primer trabajo estuvo en imprentas y salió a la luz pública en 1982.

De ese año es Cevdet Bey y sus hijos, a la que siguieron La Casa del Silencio, El Astrólogo y el Sultán, merecedora de las alabanzas de la crítica. Más adelante Pamuk entregaría a las editoriales El Libro Negro, La Vida Nueva, para lograr la consagración definitiva con Me Llamo Rojo, donde se entrelazan en la imaginación del escritor.

La publicación esta disponible en book center

La Prensa Literaria

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