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Alexia Benard de Castellón, junto a Alexia Paola, de nueve años; Melissa Andrea, de seis y Andrés Ignacio, de un añito.

El rey de la casa

Alexia Benard de Castellón es madre de dos niñas y un niño. Tiene diez años de casada y su hija mayor tiene nueve años. Ella posó para Nosotras el año pasado con el embarazo de su tercer hijo, Andrés Ignacio. Cuenta que su último embarazo fue inesperado. De sus tres embarazos sólo el segundo fue […]

Alexia Benard de Castellón es madre de dos niñas y un niño. Tiene diez años de casada y su hija mayor tiene nueve años. Ella posó para Nosotras el año pasado con el embarazo de su tercer hijo, Andrés Ignacio. Cuenta que su último embarazo fue inesperado.

De sus tres embarazos sólo el segundo fue planificado, ya que tanto el primero como el último fueron inesperados. Alexia señala que con la noticia de la llegada de su tercer hijo, cinco años y medio después de Melissa, su segunda hija, pasó muy triste por tres días porque sentía que ya no estaba en edad de tener un bebé, sin embargo, después todo fue dicha para ella y su familia.

“Yo pensaba quedarme con las dos niñas, no me veía con un varón, mi esposo también estaba fascinado con sus dos niñas, pero llegó un momento en que no quería seguir tomando pastillas, me hastié y a la mitad de la caja dejé de tomarlas, le pedí al doctor que me indicara otro método, pero hubo un viaje al mar, y cuando me di cuenta estaba embarazada”, señala.

A diferencia de sus primeros embarazos, este último fue muy tranquilo. “Cero achaques, me sentía bien, con las otras me sentía gorda”.

Cuenta que por su estructura física nunca ha sido delgada, su peso normal ha sido de 150 libras y con sus embarazos ha llegado hasta 198 libras. Actualmente le falta bajar 20 libras para tener su peso ideal.

Señala que cuando tuvo a su primera hija no sabía qué hacer con ella. “Había contratado a una enfermera y cuando llegamos del hospital (a la casa) ella no había llegado, entonces la puse en la cama y no la quería tocar, me daba miedo que empezara a llorar y no poder calmarla pero cuando la enfermera llegó, la cambiamos y todo bien, el temor sólo fue unos instantes”.

Otra de las cosas que no hizo con su primera hija fue amamantarla, sin embargo, con su segunda hija y su tercer hijo tomó conciencia de la importancia de hacerlo.

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