- Sáquele el jugo a las tareas cotidianas y estimule el aprendizaje de sus hijos
En la vida actual tenemos poco tiempo para estar juntos y compartir juegos con nuestros hijos. Por eso le proponemos actividades para comunicarnos y disfrutar, mientras estimula su atención y su sensibilidad.
La comunicación corporal es la primera que adopta el niño hasta que aprende el lenguaje verbal, por lo que es más fácil llegar hasta él a través del contacto físico.
Los masajes, por ejemplo, pueden ser un juego divertido con el que aprenderá a relajarse si está inquieto. El cuerpo es el elemento básico de contacto con la realidad exterior. Estimular al pequeño a través de sus sentidos favorece su evolución y le da seguridad en sí mismo.
Además, el desarrollo de los sistemas sensoriales básicos facilita la interacción con el entorno que le rodea y le ayuda a percibir los estímulos que recibe. Por ejemplo, para acercarse al mundo de la música puede utilizar los elementos de la casa, explorando el ritmo y la música a través de la percusión.
Es importante que valore, sobre todo, lo que el niño sabe y puede hacer, y no las dificultades con las que se encuentra. No se anticipe y deje que experimente por sí mismo, pero siempre con su compañía y dirección.
A través del juego, el niño puede aprender a valorar la música, la pintura, el teatro, los títeres y la danza, para que figuren en su ocio. Y lo mismo sucede con la naturaleza: pasear por el campo puede ser muy gratificante y le ayudará a descubrir los olores, los colores y las texturas de las plantas y los árboles.
También puede hacer juegos de expresión, gesticular, reír, sollozar, gritar, bostezar… Son ejercicios que le divertirán y le darán otra imagen de usted.
Hacer con él las tareas cotidianas como si fueran un juego es un aprendizaje importante para su autonomía y crea una predisposición positiva a la participación que enriquecerá su carácter y le ayudará a desenvolverse.
Fuente:www.hoymujer.com