Es peligroso ceñirse indiscriminadamente a la moda porque corremos el riesgo de caer en tendencias de modas pasajeras. Del mismo modo es peligroso ajustar nuestro estilo a un determinado nivel de status social. El estilo debe reflejar nuestra personalidad y nuestro gusto, no nuestro nivel de ingresos. Es una falta de tacto enseñar una casa con el precio de los muebles y objetos decorativos. El gusto y el estilo habla por sí solo, no se explica.
Fuente: www.protocolo.org